La reflexología es una técnica que está incluida en la llamada medicina alternativa y que se conoce también con el nombre de técnica de zonas reflejas. Consiste en la aplicación de presión suave con los dedos en zonas concretas de los pies o de las manos. Esas zonas representan diferentes áreas del cuerpo que se estimulan mediante masajes.

Aunque la reflexología tal y como hoy la conocemos surge en el siglo XX en los EEUU, se basa en técnicas muy antiguas orientales. Se cree que pudo surgir en China, hace más de 4000 años, cuando se comenzó a observar una relación entre las zonas en las que se aplicaban los masajes y los efectos que estos producían en diferentes partes del cuerpo.

También se han observado dibujos que podrían asociarse a técnicas de reflexología en pinturas del Antiguo Egipto con una antigüedad de más de 2300 años. Y en algunos dibujos que se conservan en India con más de 5000 años de antigüedad.

En Europa, ya se habla de aplicaciones de la reflexología en el siglo XVI. De hecho, se cuenta que el Papa Clemente VI utilizaba la reflexología para tratarse de sus jaquecas. Pero fueron estudios médicos de finales del siglo XIX y de principios del XX los que demostraron la relación neurológica existente entre la piel y los órganos internos o la reacción del sistema nervioso a los diferentes estímulos en áreas concretas del cuerpo.

A raíz de estos estudios la reflexología comenzó a tener un mayor auge en Occidente, sobre todo cuando el doctor estadounidense William H. Fitzgerald da a conocer su “terapia Zonal”. Fitzgerald dividía el cuerpo en 10 zonas de energía que se repartían longitudinalmente por el cuerpo, desde los pies y las manos hasta el cerebro.

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La reflexología podal

La reflexología podal es la más utilizada y la considerada más eficaz por la mayoría de los expertos en esta técnica. Se aplica en la planta del pie, la cual se divide en varias zonas que se corresponden con diferentes órganos del cuerpo.

Reflexología

El experto en reflexología escogería la zona a masajear en función del problema de salud de su cliente, aunque también se puede realizar una sesión de este tipo para conseguir una mayor relajación y bienestar.

Se aplica de manera frecuente a personas con fibromialgia o con dolores crónicos de otro tipo, así como a quienes tienen sueño de muy poca calidad ya que tiene un claro efecto anestésico y contribuye a una mayor relajación del cuerpo.

Aunque la medicina tradicional no acepta la reflexología como cura ni como una práctica médica en sí misma, los fisioterapeutas sí que están de acuerdo con que los masajes podales pueden ser de gran ayuda para mejorar el bienestar general de la persona. Esta zona soporta el peso de todo el cuerpo y, generalmente, recibe pocos cuidados.

Mediante los masajes en la planta del pie, los fisioterapeutas saben que se puede estimular la circulación sanguínea, conseguir aliviar el estrés o mejorar problemas de asma así como dolores menstruales y lesiones musculares asociadas a otras zonas del cuerpo.

Otros tipos de reflexología

La reflexología como medicina alternativa también trabaja los masajes en las palmas de las manos, en el rostro y en el cráneo. En algunos casos se combinan con la podal para conseguir unos mejores resultados y ofrecer un tratamiento más completo.

La reflexología es una técnica que no tiene efectos secundarios. Al resultar totalmente segura, muchas personas se animan a probarla y decidir por ellos mismos si ofrece o no los resultados que promete para el tratamiento de diferentes problemas de salud. ¿Te animarías tú a probar una sesión de reflexología?