Se acabó el verano unos meses donde los constipados se quedaron atrás, volvemos a la rutina, los niños vuelven al cole, empieza a refrescar el tiempo… llegan los temidos catarros. En los catarros, como todos sabemos, tenemos malestar general, puede haber picor de garganta y muchas veces tos, la temida tos que tiene casi todos los niños y que muchas veces se acentúa por la noche. Los catarros es un tipo de infección causada por un virus, el más común, el rinovirus, es por ellos que los antibióticos no sirven para tratarlos. Hay varios tipos de tos:
Tos seca que es una tos irritativa que produce picor en la garganta porque la infección afecta a la nariz y a la faringe fundamentalmente, suele haber esta tos al principio de la infección.
Tos perruna es un tipo de tos que afecta ya a la laringe, el niño tose y asemeja un perro de ahí su nombre.
Tos con moco se produce cuando ya ha avanzado la infección y ya se produce moco que se puede eliminar con lavados de suero fisiológico, con humidificadores… y ya si no hay más remedio con algún mucolítico. Sin embargo, ante la tos seca que persiste por la noche impidiendo descansar tanto al niño como a la familia, primero se puede probar con remedios naturales como poner en la habitación una cebolla partida por la mitad, pero si a pesar de estos remedios naturales la tos no cesa, se puede recurrir al romilar que al ser un antitusivo inhibe el reflejo de la tos seca, la que no se acompaña de esputo.
Existen tres tipos de presentaciones del romilar:
Romilar comprimidos: indicado para niños mayores de 12 años donde se dará un comprimido cada cuatro horas o dos cada ocho horas.
Romilar gotas: indicado para niños a partir de 2 años y la dosis habitual es de una gota por kilo de peso.
Romilar solución: indicado para niños a partir de 6 años y la dosis para niños de 6 a 12 años seria media cucharada de la medida(2,5 ml) cada cuatro horas o la cucharada entera (5 ml) cada ocho horas. Y en niños mayores de 12 años una cucharada entera (5 ml) cada cuatro horas o dos cucharadas (10 ml) cada ocho horas.
Consultaremos al pediatra si la tos va acompañada de dificultad respiratoria y oímos pitos en el pecho, si tiene fiebre y dura mas de tres días, si el niño está muy decaído, y si el niño tiene menos de un año.