No nos faltan de Monet cuadros y más cuadros para destacar. La obra de este pintor parece estar plagada de cuadros maestros cuyo estilo ha servido de inspiración no solo para muchos contemporáneos, sino que muchos pintores actuales siguen estudiando su técnica para poder mejorar en sus propios estilos.

Hemos destacado de Monet cuadros en orden cronológico, un total de ocho, que nos parece que pueden ser muy representativos de su obra y de su evolución como artista.

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Tabla de contenidos

Cuadros de Monet

Mujeres en el jardín (1866)

Esta pintura marca el cambio en la forma de pintar del joven Monet, que comienza a dar los primeros pasos hacia lo que más tarde se conocería como impresionismo. Es un cuadro muy importante porque marca su transición y el nacimiento del pintor tal y como ha pasado a la historia.

La terraza de Saint-Andresse (1867)

Se cree que es una representación de su familia normanda y que el hombre que está en la silla es, posiblemente, el padre del pintor. El cuadro podría representar una estampa familiar durante unas vacaciones en el balneario de Saint-Andresse.

Impresión, Sol naciente (1872)

La importancia de este cuadro va más allá de su innegable valor artístico. Su título dio nombre al movimiento pictórico impresionista del que Monet fue uno de los máximos exponentes.

Amapolas (1873)

La imagen de un campo de amapolas por el que pasean sendas parejas de madre e hijo, una en primer plano y otra más retrasada. Las amapolas también serían un recurso muy utilizado tanto por Monet como por otros pintores impresionistas.

Mujer con sombrilla (1875)

Es un retrato de su mujer y su hijo, pintado con colores tan realistas que, visto desde lejos, casi parecería una fotografía. Se considera una de sus obras clave y actualmente puede verse en el National Gallery of Art de Washington, Estados Unidos.

La estación de Saint Lazare (1877)

Monet realizó una serie de pinturas sobre la estación, que supusieron una transición entre sus anteriores dibujos, muy centrados en la naturaleza, y sus trabajos posteriores en los cuales la ciudad también comenzaría a cobrar protagonismo.

El estanque de Ninfeas (1899)

Se conoce también como el estanque de los nenúfares y es una de las pinturas de nenúfares de Monet. Mucha gente conoce a este pintor precisamente por esta serie de pinturas en las cuáles su particular manera de plasmar estas flores llamó la atención no solo en su época, sino que continúa siendo alabada y apreciada actualmente. Es uno de los cuadros de los cuáles se venden más reproducciones tanto en pintura como en fotografía.

Los Parlamentos de Londres (1900-1904)

A lo largo de cuatro años Monet plasmó en una serie de telas diferentes visiones del Parlamento de Londres, que le impresionó mucho tras una visita al país. Las primeras pinturas las realizó en Inglaterra, pero de vuelta a Francia continuó realizando sus dibujos. No son los más conocidos por el público en general, pero son muy importantes en su obra.