Si esta noticia hubiera sido difundida tan sólo hace dos días habríamos pensado que se trataba de una inocentada. El gobierno de Samoa, un pequeño país del Pacífico, ha decidido cambiar su huso horario de modo que los samoanos dejarán de ser los últimos en celebrar la llegada del año nuevo para convertirse en los primeros. En el cambio horario también se incluye Tokelau.
Hasta ahora, el huso horario de Samoa situaba a este país a 22 horas de Sydney, 19 horas de Pekín, 12 de Madrid y 6 de Nueva York. Ahora, con el cambio, Samoa se sitúa 3 horas por delante de Sydney. Haciendo cálculos, si Sydney se adelanta 10 horas a Madrid, Pekín se adelanta 7 horas y en Nueva York hay 6 horas menos de diferencia, el resultado es que hoy en Samoa es sábado 31 de diciembre y en este momento están rozando las 02:00 por lo que en 22 horas pasarán al 2012.
Cuando los samoanos despidan el 2011, en Madrid serán las 11 de la mañana, en Nueva York serán las 6 de la mañana, en Pekín las 18:00 y en Australia, que ostentaba el honor de ser la primera en despedir el año, serán las 21:00. El salto en el tiempo es brutal y de momento, como es lógico, no lo recogen las webs que muestran horarios mundiales.
Sydney adelantaba a Apia, capital de Samoa, en 22 horas. Si Samoa adelanta ahora a Sydney en 3 horas, el salto en el tiempo es de 27 horas, nada más y nada menos. Más de un día.
Y todo por una cuestión comercial. Hace 119 años Samoa decidió cambiar su huso horario para adaptarse al horario de Estados Unidos. Ahora, las reglas del juego han cambiado y el gobierno samoano ha decidido que es mejor tener un horario adaptado al de sus principales socios comerciales: Australia, Nueva Zelanda y China.
«A la hora de hacer negocios con Nueva Zelanda y Australia, estamos perdiendo dos días de trabajo por semana. Mientras que aquí es viernes, es sábado en Nueva Zelanda y cuando nosotros estamos en la iglesia el domingo, ellos ya están haciendo negocios en Sidney y Brisbane», ha argumentado el primer ministro del país, Tuilaepa Sailele Malielegaoi.