Las mudanzas pueden ser, por lo general, un suplicio. Lo mejor que puedes hacer para afrontar una es contratar a una empresa de mudanzas, pero, por desgracia, llegado el momento, podría ocurrir que no dispusieses del dinero necesario para pagar una o que, simplemente, te apetezca ahorrar ese dinero y gastarlo en algo que podrías disfrutar más, como, por ejemplo, un buen viaje.

Independientemente de cual sea el motivo, sigue estos consejos para hacer una mudanza de forma más cómoda y eficiente.

Tabla de contenidos

Alquila una furgoneta

Vas a necesitar un vehículo para transportar todas tus pertenencias desde tu antigua vivienda hasta la actual. Lo más recomendable es que acudas al alquiler de furgonetas, una opción de buen precio que te va a permitir disponer del vehículo tantos días como necesites.

Empresas como Esteban Rivas y otras similares tienen una amplia flota de furgonetas de gran capacidad. Dependiendo de la cantidad de pertenencias que tengas y del tamaño de la furgoneta elegida, es posible que dejes la mudanza liquidada en un único viaje.

Pide ayuda a familiares y amigos

Vale que seas una mujer muy independiente y a la que no le gusta tener que andar pidiendo favores a la gente, pero hay momentos en la vida en los que hay que ser práctica y en los que pedir ayuda no merma ni tu orgullo ni tu capacidad. Una mudanza es una de esas ocasiones en las que vas a querer tener cerca a todas las personas que puedas a tu alrededor.

Pide ayuda a todos los familiares y amigos que puedas. Cuantos más seáis, mejor. En una mudanza nunca sobran manos; siempre hay una caja que cargar, un mueble que colocar, una puerta que sujetar…

Cuando la mudanza haya terminado, aprovecha para agradecer la ayuda. Invita a todas las personas que hayan colaborado a tomar algo de beber o a una cena improvisada.

Las cajas, imprescindibles

Uno de los grandes incordios de una mudanza es tener que recoger y empaquetar. Para eso vas a necesitar guardar todo en las cajas adecuadas. Consigue cajas robustas de diferentes tamaños para guardar diferentes objetos, pero recuerda no cargar las cajas con un peso excesivo.

Aparte de las cajas, también puedes aprovechar las maletas para guardar más cosas. Otra cosa que puedes hacer es sacar los cajones de los muebles y transportarlos, con su contenido, de manera independiente. Pero ten por seguro que sin un buen número de cajas, no habrá mudanza posible.

Deshazte de lo que no necesites

A lo largo de nuestra vida vamos acumulando una gran cantidad de objetos que realmente no necesitamos. Cuando empieces a empaquetar todo, te darás cuenta de la de cosas que tienes y que no necesitas.

Al empaquetar todo, examina de qué puedes prescindir y qué es lo que, de verdad, necesitas. Tira, vende o regala todo lo que te sobre; lo mejor es «viajar ligero de equipaje».

Pon la vivienda a punto antes de entrar a vivir en ella

Si vas a entrar en un piso o en una casa vacía, aprovecha el momento para dejar la vivienda justo como tú quieres. Será mucho más fácil que puedas pintarlas o hacer algún cambio. No tendrás que retirar muebles, cambiar cosas de sitio…

Lo mismo sucede si quieres hacer algún tipo de reforma. Este es el mejor momento para que pongas tu vivienda a punto y lo conviertas en tu hogar. El proceso será más rápido y muchísimo más llevadero, porque pintar o reformar tu casa cuando ya estás instalada en ella puede ser una verdadera incomodidad.

Una vez que todo esté listo y preparado, ya podrás empezar la mudanza y la vivienda estará como nueva y a tu gusto.

Protege tus muebles y electrodomésticos

Al mover los muebles y electrodomésticos, subirlos en una furgoneta, pasar por las puertas, etc., es muy probable que estos valiosos objetos sufran algún golpe inesperado. Si no quieres que se estropeen y sufran desperfectos antes de tiempo, vas a tener que protegerlos con cuidado. Por eso mismo, no escatimes en plástico de burbujas y cinta de carrocero, que van a ser tus principales aliados en una mudanza. Para trabajar con mayor comodidad, también necesitarás unas buenas tijeras y una cuchilla con las que cortar los trozos que necesites.

Mantas para arrastrar objetos pesados

Las mantas serán unas grandes aliadas en tus mudanzas. Si colocas una manta vieja debajo de un mueble pesado podrás mover el mueble de manera más fácil y no dañarás el suelo. En el hipotético caso de que sea muy pesado y no puedas tirar de la manta, enrolla un palo resistente a uno de los extremos de la manta y tendrás una forma más cómoda y eficiente de tirar.

Deja una habitación como centro logístico

Cuando empieces a hacer cajas, te darás cuenta de todas las cosas que tienes y de lo que abulta todo. Al descargar las cajas, los muebles, las maletas… tendrás la tentación de soltar cada carga en el primer hueco de tu nuevo piso que encuentres, pero esto, lejos de ayudar, terminará dificultando la mudanza.

Si dispones de varias habitaciones, destina una para descargar allí todo. Poco a poco irás redistribuyendo cada cosa en su lugar, pero así podrás liberar espacio en el resto de la vivienda y te podrás mover con más libertad hasta que te instales de manera definitiva.

Si no cuentas con un espacio que puedas establecer como centro logístico, escoge un rincón o el lugar que, a priori, vaya a tener menos tránsito y ve descargando en esa zona.

Por último, por dura y tediosa que pueda ser una mudanza, intenta no agobiarte. Piensa que más pronto que tarde terminará y podrás disfrutar al 100% de tu nuevo hogar.