Ser madre joven ya no es algo habitual. Si en la década de los 70 la mayoría de las mujeres tenían su primer hijo antes de los 25 años, ahora la edad se ha retrasado ya hasta los 31 años. Pero no solo la edad del primer hijo se ha retrasado, sino en general la edad de ser madre.
En el año 2017, por poner un ejemplo de uno de los últimos años analizados, se contabilizaron en España 9.244 nacimientos de madres de 25 años contra los 12.993 de madres de 40. Y todo esto, a pesar de que las mujeres procedentes de otros países han equilibrado más las cifras ya que son madres más jóvenes que la mayoría de las españolas.
Las razones de estos retrasos hay que buscarlas en diferentes factores. Uno de los más importante es el económico. Con la incorporación de la mujer al mercado laboral, ser madre se ha vuelto más complicado para ellas que necesitan sentir que tienen una estabilidad antes de poder ser madres ya que saben que esto les supondrá problemas y sacrificios adicionales en sus carreras.
Por otra parte, la precariedad laboral a la que se enfrentan miles de familias en nuestro país también hace que muchas parejas retrasen la edad de ser madres. Pero el problema es que, en el caso de las mujeres, estos retrasos pueden tener consecuencias ya que el cuerpo de la mujer cambia y no es igual ser madre con 25 años que con 40. Esto lleva a plantearse si hay una edad límite para poder tener hijos, más allá de la que nos marca el reloj biológico con la llegada de la menopausia.
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Ser madre después de los 40
Muchas mujeres deciden ser madres tras los 40. En algunos casos por primera vez, en otros tras tener ya uno o más hijos, algunos incluso ya adultos.
Entre las razones que dan están la de que han rehecho su vida con otra pareja y desean disfrutar de tener un hijo juntos o que, ahora que por fin su vida es estable y tranquila, quieren darse el placer de tener un hijo y disfrutarlo con una serenidad y tranquilidad de la que no pudieron gozar en su anterior experiencia.
Sin embargo, los problemas de ser madre a partir de los 40 deben de ser tenidos en cuenta. Por ejemplo, las posibilidades de quedarse embarazada son menores, por lo que incluso podría ser que no se produjera el embarazo. De producirse, el porcentaje de abortos es mucho mayor en esta franja de edad y el riesgo de que el bebé tenga alteraciones genéticas, físicas o mentales es muy alto, ya que se calcula que 1 de cada 4 podrían tener problemas de mayor o menor gravedad.
Por esta razón, muchas parejas recurren a la fecundación artificial, pudiendo así elegir embriones sanos para llevar a cabo el embarazo. No obstante, hay que tener en cuenta que para la madre, también son mayores los riesgos de un embarazo a esta edad, sobre todo si es su primer bebé.
Ser madre y menopausia
Hasta hace poco, la edad límite para ser madre la fijaba el propio cuerpo. A partir de los 45 años las posibilidades de ser madre caían en picado y, una vez que llegaba la menopausia, desaparecían. Pero hoy, ya no es así.
Es posible ser madre incluso cuando ha llegado la menopausia gracias a la técnicas de implantación de un embrión fruto de un óvulo donado. El esperma puede ser o no el de la pareja y aquí los límites para ser madre los fija el propio médico. Ya hemos visto como mujeres que incluso superan los 60 años han sido madres por este método.
El debate está encima de la mesa. ¿Debería de fijarse una edad límite para ser madre? Algunos países lo han hecho y otros no. ¿Tú qué opinas’