La blastoestimulina es un medicamento que tiene como función acelerar la cicatrización de las heridas. Está compuesto principalmente por centella asiática y por neomicina.

La centella asiática es una planta que se ha utilizado tradicionalmente en el sudeste asiático y en la India. También se conoce su uso tradicional en África. Estos pueblos conocían ya desde la antigüedad las propiedades regeneradoras de la piel de esta planta así como su capacidad de evitar infecciones, así que la utilizaban para el tratamiento de heridas y de quemaduras aplicándola, por ejemplo, en cataplasmas.

La neomicina es un antibiótico que se utiliza generalmente en formato de crema, es decir, para uso tópico. De esta manera, se refuerza la protección contra las infecciones que ya de por si ofrecía la centella asiática.

Usos de la blastoestimulina

La blastoestimulina tiene una gran variedad de usos. Vamos a ver algunos de los más habituales tanto en su formato de pomada como en el de spray o de óvulos.

-Heridas: Ayuda a cicatrizar cualquier tipo de corte o de herida, como por ejemplo las producidas por rozaduras o cortes con puntos. Al regenerar más rápido la piel también ayuda a evitar que las cicatrices se abran o se abulten. Aunque normalmente se aplica en crema, para este fin también es posible administrarla en polvo. Esto es especialmente útil cuando se trata de heridas húmedas que hace falta secar, ya que el formato polvo contribuye a mantener a raya la humedad evitando generar más como sucedería con una pomada.

-Quemaduras: La blastoestimulina, especialmente aplicada en spray, es muy utilizada para el tratamiento de quemaduras e injertos de piel. Pero no se suele recomendar si la zona a tratar es muy extensa. Es importante señalar que aunque ayuda a regenerar la piel y a cicatrizar no tiene efectos calmantes para el dolor, por lo que debe de combinarse con otros tratamientos específicos para este fin.

-Postoperatorios: Se utiliza para ayudar a cicatrizar cualquier corte de operación. Ayuda a que la piel se recupere más pronto y a que las cicatrices que queden no se noten tanto. También ayuda a evitar infecciones.

-Tatuajes: La blastoestimulina es muy recomendada por los tatuadores porque ayuda no solo a cicatrizar más rápido, sino también a reducir las posibilidades de que se produzca una infección, que es uno de los principales problemas que se pueden aparecer tras un tatuaje si no se cuida bien la piel. La infección puede acabar dañando el resultado del tatuaje además de los peligros que conlleva, por lo que hay que evitarla a toda costa.

-Sequedad vaginal: Actualmente, los ginecólogos apuestan más por el ácido hialurónico para los casos de sequedad vaginal porque la hidratación que ofrece es mucho más prolongada. Pero también existen los óvulos de blastoestimulina para tratarla. Además de la sequedad vaginal, la blastoestimulina también se usa para curar roces y pequeñas heridas en la zona genital, por ejemplo los producidos por una alergia a la ropa interior o por fricciones con una costura.