Esto es lo que tienen las personas que ocupan puestos:
- Son trabajadores proactivos y eficientes. Si terminaron el trabajo del día, preparan el del día siguiente antes de retirarse. Retiraron de su vocabulario las palabras “no puedo” y las cambiaron por “ya lo intenté, no lo he logrado, necesito ayuda”.
- Aprendieron que las palabras que abren más puertas en el mundo laboral no son ni “jale o empuje” ni tampoco “por favor y gracias”, sino que son “¿hay algo más que pueda hacer hoy?”. Ellos saben que decir “eso no me corresponde, no está en mis funciones, ya acabé por hoy y lo siento pero no lo puedo hacer” están totalmente prohibidas. Si de pronto nos sentimos asfixiados y se quieren que hagamos un trabajo poco realista o una ayuda extra basta con decir: “claro que lo puedo mirar, pero tengo otro(s) proyecto(s), ¿a cuál le doy prioridad?” De esta forma nunca aceptaremos más trabajo del que podemos manejar a la vez que nos mantenemos optimistas, proactivos y realistas.
- Criticar a otro empleado o jefe está totalmente prohibido en especial cuando somos nosotros quienes empezamos una charla. Se trata socializar y encajar, tampoco podemos aislarnos de todos los grupos, hay una diferencia muy grande entre bromear y criticar. Si no sabemos cuál es la diferencia, es mejor no intentar ninguna de las dos.
- Estas personas no tienen miedo a quedarse sin empleo, ya que generalmente tienen varias ofertas constantemente. La razón principal es que les gusta lo que hacen y seguramente pudieron haber ocupado otro trabajo que pagara más aunque no les gustara, pero no lo hicieron. Buscar un trabajo solamente porque paga muy bien pero que no nos guste es la peor de las apuestas, ya que podemos terminar sin dinero y haciendo algo que odiamos. Así, estas personas saben administrarse, prevén y ahorran un poco pensando a futuro. Es esto lo que les permite esperar a que aparezca el trabajo que desean y no solamente el que necesitan, no hay trucos mágicos ni engaños, es cuestión de tiempo y de saberse generar sus propias oportunidades.
- Ser un buen líder y/o compañero también es esencial. No se trata de ir haciendo favores colectivos y dormirse hasta las 3 am realizando el trabajo de otros, pero si un colega necesita una mano no tiene nada de malo ofrecerla. Tarde o temprano un colega que siempre está dispuesto a ayudar a los demás en un margen razonable y sin descuidar lo propio es reconocido como un elemento muy valioso, por lo que, si la empresa lo permite y cumple con el quinto peldaño de la pirámide de Maslow, es ascendido para ocupar puestos directivos.
- El director en un buen empleo sabe que, así como él necesitó de estima cuando era empleado, ellos también lo necesitarán. Marcar una línea entre empleados y jefe es una buena forma de generar rencor y muchos malos empleos. En este sentido, el empleado probablemente no ha ocupado puestos de dirección y por lo tanto no puede, ni está obligado a ponerse en nuestros zapatos; sin embargo, los directores generalmente pasaron por allí y sí pueden comprenderlos, por lo que ahora dependerá de él el cubrir las necesidades sociales y de estima para que los empleados puedan llegar al quinto peldaño por su cuenta.