Me tienen fascinadas los pintalabios de rotulador. Desde que he vuelto de Nueva York de hacer una producción de fotos para una marca de lencería de Francia no paro de usarlos, de día y noche, copiando a todas las celebrities y socialities de la ciudad. Allí están de supermoda y varias personas me los recomendaron fervientemente. Tanto que salí corriendo a comprarme uno de la marca que me recomendaron –Cover Girl– en el primer Duane (ya sabéis, esa especie de droguerías-famarcias donde encuentras muchos tesoros) que encontré cerca de mi hotel.

Por cierto, uno de los más fashion del momento, The Bowery, pequeño y con mucho encanto, en el Lower East Side de Manhattan. De esos llamados “hotel boutique” con sofás de cuero y chimenea encendida, pero música y ambiente super cool. Aunque sólo sea para tomar una copa, merece la pena una visita. Y cerquísima de todas las tiendas estupendas del Soho. Mientras que junto con los compañeros del viaje nos tomábamos un café en su terraza-jardín presenciamos en directo un casting de tops, incluso en una ocasión al modelo se equivocó de mesa y casi se sienta en la nuestra.

Volviendo a los rotuladores, ¿qué tienen de especial? Pues que el color se fija a plomo en el labio. Se quedan completamente teñidos con lo que el maquillaje dura horas y horas. Y no resultan pegajosos como los glosses. Son mucho más discreto y el efecto es más acuoso, como si te hubieras pintado con acuarela. Como el de Cover Girl no lo encuentras en España, aquí hemos descubierto uno bastante similar (también de precio low cost), de Astor, se llama Perfect Stay y cuesta 9,75 euros. El de Astor ya incorpora un bálsamo labial. Con el americano, si quieres un resultado semibrillante, tienes que aplicar encima un gloss. Para mí, son la mejor opción para un maquillaje de labios de larga duración.