Los miomas son tumores benignos que se localizan en el útero de la mujer y que están, generalmente, relacionados con la producción de hormonas. En su gran mayoría son asintomáticos aunque algunos pueden causar problemas dependiendo de la zona en la que estén situados y del tamaño que lleguen a alcanzar.
Hasta hace unos años, cuando una mujer tenía un mioma lo normal es que, fuera o no asintomático, se extirpara una vez que llegaba a un determinado tamaño. Pero hoy se sabe que no es necesario recurrir a la cirugía salvo que se presenten problemas asociados al mismo. La cirugía puede tener consecuencias serias para la mujer, como daños que le impidan tener hijos, por lo que es muy importante evitarla en lo posible.
Además, no siempre es necesario el uso del bisturí para extirpar un mioma, pudiendo realizarse otras técnicas y tratamientos alternativos menos invasivos y más seguros.
Miomas: los tratamientos más habituales sin extirpación
Si el mioma es asintomático y la mujer no siente problemas ni molestias no es necesario tratarlo, aunque sí vigilarlo. Por eso se aconseja el control ginecólogo para vigilar su crecimiento. Pero en el caso de que esté dando algún problema o amenace con crecer, nos encontramos con las siguientes alternativas a la extirpación.
– La píldora anticonceptiva: Muchos ginecólogos recomiendan a mujeres que tienen miomas que tomen la píldora anticonceptiva de dosis más bajas para evitar que puedan crecer. Lógicamente, no es un método compatible con el deseo de maternidad. Hay que controlar los efectos secundarios del anticonceptivo, ya que también los tiene.
– Acetato de ulipristal: Tratamiento farmacológico muy novedoso y que ha dado fantásticos resultados en laboratorios. Es ideal para mujeres que no quieren pasar por quirófano y tienen miomas que les están causando problemas. No afecta a la capacidad de tener hijos, por lo que es perfecto para mujeres en edad de ser madre.
Miomas: los tratamientos más habituales para extirparlos
En el caso en que se haga necesario extirpar el mioma porque ya da demasiados problemas, existen diferentes maneras de hacerlo. Para elegir el método se tendrá en cuenta el tamaño del mioma, el hecho de que la mujer quiera o no ser madre y otros factores médicos que el profesional pueda valorar.
-HIFU: Es una técnica no invasiva de ultrasonidos que se aplica con sedación local y que permite que la mujer pueda quedarse embarazada sin problemas asociados. Es la única técnica no invasiva de las que vamos a exponer.
-Embolización de arterias: Consiste en cortar el suministro de sangre a las venas que están en contacto con el mioma para que deje de estar alimentado. Es un método que tiene el riesgo de que la mujer pueda quedar sin menstruación, por lo que no debe de aplicarse a quienes quieren ser madres.
-Miomectomía: Es la extirpación del mioma, ya sea mediante una cirugía laparoscopica, una cirugía histeroscópica o cirugía abierta. La primera consisten en la introducción de unos aparatos para extirpar el mioma a través de pequeños cortes que se realizan en la zona el ombligo y del vientre. En el segundo caso, la extirpación se produce por vía vaginal y, en el último, hablamos de una cirugía convencional.
-Histerectomía: Se realiza solo en los casos en los que los miomas no permitan otra forma de extirpación. Consiste en la extracción del útero completo. Solo se utiliza como última opción porque tiene efectos secundarios ya demostrados, como el riesgo de prolapsos y las incontinencias urinarias y otros que todavía no han sido estudiados pero que se intuyen como ciertos, como la falta de apetito sexual o el menor disfrute en las relaciones.