Somos impacientes por naturaleza. Nos hemos acostumbrado a tenerlo todo al momento y queremos que sea así incluso en las cosas menos importantes. Siendo así, ¿cómo no vamos a ser impacientes en algo tan importante como determinar el sexo de nuestro futuro hijo?
El método Ramzi, también conocido como la teoría Ramzi, es lo último para poder saber si el bebé que se está esperando es niño o niña mucho antes de que una ecografía pueda confirmarlo y, por eso, todo el mundo está hablando de ello.
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¿Por qué se espera hasta la semana 20 para saber el sexo del bebé?
Hasta la semana 11 de gestación el desarrollo del feto es idéntico en el caso de un niño o de una niña. Es a partir de este momento cuando comienzan a desarrollarse los órganos genitales. Hasta la semana 14 es prácticamente imposible diferenciar el pene del clítoris, siendo a partir de esta semana cuando comienzan a formarse las diferencias.
La semana 20 está considerada el momento en el que, utilizando una ecografía, es posible ver el sexo del bebé con claridad siempre y cuando tenga una posición que facilite la visualización. Por eso, la ecografía de las 20 semanas es una de las más esperadas por los futuros padres.
El método Ramzi y su eficacia
Ahora sabemos por qué hay que esperar a la semana 20 de embarazo para poder saber el sexo del bebé. Es un momento muy esperado por muchos padres que quieren saber si esperan un niño o una niña. Como siempre se dice en estos casos, que venga sano o sana es lo más importante, pero ¿a quién no le hace ilusión conocer el sexo de su bebé? Pues el método Ramzi permite conocerlo desde la sexta semana de embarazo, es decir, prácticamente desde que sabemos que estamos esperando un hijo.
El método Ramzi debe su nombre a su creador, el doctor Saad Ramzi Ismail. Este médico estudió 5.000 ecografías durante la elaboración de su tesis doctoral. Su intención era analizar las causas de anomalía fetal ligada al cromosoma sexual. Este estudio le llevó más de 10 años y durante el mismo observó que existía un patrón diferenciador en la colocación de la placenta y de las vellosidades coriónicas en función del sexo del niño.
Este patrón se puede aplicar mucho antes de las 20 semanas de embarazo,concretamente a partir de la semana 6 y se le atribuye un 97% de eficacia. Concretamente un 97,5% en el caso de que el bebé sea niña y un 97,2% si se trata de un niño.
¿Cómo se sabe si el bebé es niño o niña?
El patrón en el que se basa el método Ramzi es muy sencillo. Si al mirar una ecografía a partir de la semana 6 la placenta que se está formando o las vellosidades coriónicas están orientadas hacia la derecha, eso quiere decir que el embrión es un niño, ya que tendría cromosomas XY que serían los responsables de su situación hacia ese lado. Por el contrario, si se localizan hacia la izquierda, estaríamos hablando de cromosomas XX, que son los que tienden hacia la izquierda. Es decir, el bebé sería una niña.
Aunque la explicación médica es mucho más compleja ya que habla de las diferentes polaridades de los cromosomas, no necesitamos saber mucho más para poder interpretar la ecografía y saber cuál es el sexo más probable del bebé según el método Ramzi.
La placenta es lo que importa en el método Ramzi
Uno de los errores más frecuentes de los padres cuando quieren aplicar el método Ramzi es fijarse en el feto y en dónde está colocado. Si se leen los foros se verá como muchas madres y padres hablan de la colocación del feto, cuando esto no es en absoluto importante.
Lo que hay que mirar es la placenta y las vellosidades coriónicas y hacia donde están situadas. Por eso es importante que se trate de una ecografía con doppler de flujo de color, ya que en estas pruebas la placenta y las vellosidades aparecen marcadas en un tono brillante.
Por tanto, para interpretar la ecografía se puede comenzar localizando al feto pero, a continuación, hay que ver donde está comenzado a formarse la placenta buscando la zona más brillante de la ecografía y comprobando hacia qué lado está situada. Eso será lo que realmente nos indique el sexo del bebé y no la situación del feto.
Por tanto, un feto puede estar colocado a la derecha de la barriguita, pero la placenta a la izquierda del feto. En este caso no sería un niño como dicen muchos al ver el feto a la derecha, sino una niña, ya que la placenta, a la izquierda, es la que determina el sexo.
El efecto espejo en algunas ecografías
Otro punto importante a tener en cuenta es el efecto espejo que tienen algunas ecografías. Cuando la ecografía es abdominal la imagen se invierte. Es como si la estuviésemos viendo reflejada en un espejo, por lo que hay que interpretarla justamente al revés. Esto es, si la placenta está hacia la derecha estaríamos hablando de una niña mientras que hacia la izquierda, sería un niño.
En las ecografías vaginales no se produce esa inversión de la imagen, por lo que estaríamos viendo la ecografía tal y como es, pudiendo interpretarla correctamente (niña, placenta hacia la izquierda y niño placenta hacia la derecha).
Margen de error y confirmación por ecografía
El método Ramzi tiene un gran porcentaje de aciertos, pero es importante tener en cuenta que existe un margen de error o que puede darse una mala interpretación de la ecografía por parte de los padres. Por eso, puede ser una buena referencia para adelantarse a saber cuál va a ser el sexo del bebé pero no debe de tomarse como una ciencia exacta.
La ecografía de las 20 semanas será la que confirme el sexo del bebé e incluso esta no podrá hacerlo en todos los casos, ya que hay bebés que por su postura no permiten ver sus órganos genitales o estos pueden llevar a equívocos.