El mundo de la moda no solo busca innovar con los diseños y los estilos, también aprovecha todo avance e innovación en materia de textiles. Gracias a eso, disponemos de prendas que pueden durar mucho más que las de antaño, y que además son enormemente flexibles y resistentes. Ahora bien, ¿cuál es la tela o tejido más fuerte y duradero que se usa en el mundo de la moda?
Hay telas que tienen mucha fama, y que se han vuelto muy usadas dentro de este ámbito. Sin embargo, y gracias a la colaboración de na-kd, especialistas en la venta de la moda más puntera, vamos a contarte cuáles son las mejores o, al menos, las que más dureza y durabilidad pueden ofrecer.

Las telas más resistentes y duraderas del mundo de la moda

Por mucho que pueda sorprender, la seda es el tejido natural más duradero y resistente que se emplea en el sector de la moda. Además de ser la gran aliada de los looks más lujosos, tiene esa ventaja de que, sin tratamientos, es lo más fuerte que ofrece la naturaleza. Curiosamente, se emplea sobre todo en bufandas, en trajes de noche y, por supuesto, en los elegantes vestidos de novia.
Tras este podemos encontrar al lino, también con una buena resistencia y con la durabilidad como su mejor característica. Es la tela más frecuente para el verano, ya que tiene una textura muy suave y, además, resulta muy fresca y facilita la transpiración.
Aun así, la guinda de la resistencia y la durabilidad la brinda el cuero. Un tejido ideal para los looks más duros y rudos, y para evitar el frío en invierno. Transmite fortaleza y se usa principalmente para calzado, cinturones y accesorios en general, como también para chaquetas. Es altamente resistente, aunque su durabilidad depende principalmente de su cuidado.
Por supuesto, aunque estos son los más conocidos, también se están explorando otras opciones propias de los ámbitos industriales o profesionales. El kevlar ya se va abriendo camino en algunas prendas de vestir, sobre todo aquellas pensadas para los looks más deportivos, y hay diseñadores que incluso han empezado a experimentar con el Nomex, una lona altamente resistente al fuego.
Las mejoras seguirán apareciendo y las prendas seguirán evolucionando con todas ellas, con el descubrimiento de nuevos materiales, con la llegada de nuevos procesos de fabricación y tratamientos tanto mecánicos como químicos. ¿Y lo mejor de todo? Que seremos todos quienes podamos disfrutar de las bondades de esta evolución. Cada nuevo cambio implicará nuevas prendas, un mayor abanico de opciones con las que ir a la moda y, sobre todo, más posibilidades de renovar el armario con tejidos hechos para durar durante años.
Queda por ver qué supondrá esto de cara a los costes, pero, si nos ceñimos a la historia, al final la normalización de materiales y procesos va abaratando los precios y permitiendo que más y más personas puedan acceder a estos productos. La moda nunca va a dejar de innovar, tanto en diseños y estilos como en tejidos empleados.