Vamos a explicarte en qué consiste y qué beneficios tiene el masaje perineal si estás embarazada. Su importancia radica en que la mujer debe preparar su cuerpo para el momento decisivo, el parto, y este masaje, mejora todo el proceso.
Se suele recomendar que la mujer practique algo de ejercicio, como pasear, para que la musculatura de las piernas esté fuerte y soporte bien el esfuerzo físico, también se recomiendan los famosos ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico.
Pero hay otro tipo de ejercicios que son muy recomendables y a los que no se les suele dar importancia: los masajes del periné.
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Beneficios del masaje perineal
Se trata de masajear adecuadamente el periné, que es la zona entra la vulva y el ano. Si se realiza un apropiado masaje de este conjunto de músculos y ligamentos, hará mucho más fácil el paso del bebé, ya que la zona estará mucho más flexible y elástica, evitando posibles y dolorosos desgarros.
Y además, se ha demostrado que reduce la posibilidad de que el ginecólogo realice una episiotomía. Es una incisión que se hace en el periné para facilitar la salida de la cabeza del bebé.
Otra ventaja es que hace posible que la mujer conozca con mayor exactitud la presión que sentirá durante el parto, así sabrá cómo relajarse en ese momento, facilitando todo el proceso.
¿Es recomendable para todas las embarazadas?
Este tipo de masajes está totalmente recomendado para todas las mujeres embarazadas desde la semana 34, sobre todo porque se ha probado su eficacia a partir de ese momento. Lo cual no quiere decir que se empiece antes, sobre todo si la mujer está familiarizada con la zona.
Conoce tu periné
Algo obvio es que la mujer conozca lo mejor posible el periné, una zona a la que no se le suele prestar mucha atención. Lo mejor es ponerse cómoda, por ejemplo en cuclillas, o tumbada, coge un espejo, y mira detenidamente.
El periné está en la zona superficial del suelo pélvico, entre la vulva y el ano, y se divide en dos triángulos: el periné anterior, donde está la vagina y la uretra, y el periné posterior, donde encontramos el ano.
Y es fundamental trabajar la musculatura se esa zona, porque tiene una gran implicación en la fase expulsiva del parto.
Cómo hacer el masaje perineal
Lo puede hacer tanto la embarazada como su pareja, en la mayoría de los casos, es mejor que sea la pareja la que lo haga porque es más fácil.
Preparativos
Lo mejor es ducharse antes o al menos aplicar compresas húmedas en la zona, más que nada porque los músculos están más relajados. También es conveniente orinar antes de empezar, esto sería añadir tensión por la zona.
Muy importante que las manos estén limpias y las uñas recortadas o limadas para evitar cualquier herida por la zona o incluso infecciones.
Se recomienda para que los movimientos sean suaves y ligeros, usar algún tipo de aceite, bien de olivas, de almendras o incluso de rosa de mosqueta. Éste último, ayuda a mejorar la elasticidad y ayuda a cicatrizar tras el parto.
Técnica del masaje perineal
El proceso varía un poco si el masaje lo haces tú o tu pareja. Si lo haces tú, usarás el dedo pulgar y si lo hace tu pareja, lo mejor es usar el índice y el corazón.
En todo caso, si lo hace tu pareja, lo mejor es que te tumbes con la espalda apoyada en la pared, porque es mucho más cómodo. Y ya estamos listos, para empezar con el masajito. Aplica aceite en los dedos y a masajear.
Pasos a seguir
- Introduce los dedos en la vagina unos tres o cuatro centímetros. Presiona hacia abajo y muévelos como si dibujaras una “U”. Este movimiento durará un par de minutos y debe ser firme, y a la vez delicado. Ahora desliza los dedos desde el fondo de la vagina hacia el exterior y viceversa, manteniendo cierta presión durante otro par de minutos. Suele notarse cierto escozor, pero no te preocupes.
- Pon el pulgar y el índice en la entrada de la vagina como si fueras una horquilla y haz presión hacia abajo un par de minutos. Esto es para que experimentes la sensación de cuando tu bebé presione para salir con su cabeza.
- Con ambos dedos, haz pinza en el músculo de la entrada de la vagina y haz un ligero vaivén para estirar el tejido y la piel del periné unos minutos. Ahora realiza estiramientos desde dentro a fuera, abarcando toda la zona, con estos movimientos harás que la zona se relaje.
Aunque te cueste en un principio hacer estos masajes, verás como en pocas semanas la zona estará mucho más flexible y lista para la salida de tu bebé, cosa que te hará sentir mucho más segura. Y cuando empieces, procura tener cierta rutina, y practícalos al menos 3 veces a la semana.