La moda del chándal parece que es imparable. Es una de las muchas que ha traído consigo la pandemia. Busca estar cómoda, en casa y en la calle, pero eso sí, sin renunciar al estilo. Además, la mascarilla tapa la cara y destierra la mitad las expresiones de nuestro rostro dejando sólo al descubierto la mirada. Todo nuestro cuerpo comunica, desde la indumentaria hasta los gestos. Llevar pendientes largos, pintarse las uñas o llevar anillos quiere decir que tenemos ganas de seguir adelante, de hacernos notar, de mostrarnos como somos, a pesar de que las sonrisas estén tapadas.

La pérdida de comunicación por la distorsión de su uso no verbal

Según expertos en comunicación, el impacto de lo que decimos deja más evidencia por el tono que se utiliza y por el lenguaje no verbal que por el léxico, que es sólo un 7% respecto a los otros dos – 38% tono de la voz, etc y 55% los gestos.

Este dato no es baladí, ni desde el punto de vista de la comunicación social ni desde el punto de vista de la moda ahora que los gestos de la cara se ven muy reducidos. Hay una suerte de esfuerzo gestual en las manos a la hora de hablar y, en muchas ocasiones, se advierte que quien está recbiendo nuestro mensaje no lo está haciendo de la manera que querríamos, a juzgar por su mirada.

Además, la mascarilla no sólo tapa la sonrisa sino que también dificulta el tono de la voz. ¿Cuántas veces habéis tenido que repetir algo dos veces porque no se escucha? Al final, en muchas ocasiones acabamos hablando a gritos, lo que dificulta la comunicación de forma eficiente.

Por esto, es importante prestar atención a otros aspectos de nuestro físico ahora más que nunca, para dar fuerza a nuestra comunicación, a nuestra posición y a nuestra relación con los demás.

La fuerza de los complementos y la moda para comunicar

La forma de vestir es importante, pero casi lo son más los complementos. Estos son el detalle y lo que marca la diferencia entre una persona y otra, porque los estilos pueden ser muy similares.

Los pendientes, como se comentaba antes, se muestran como uno de los grandes aliados. Si hasta hace poco los pendientes largos se reservaban en muchas ocasiones para momentos especiales como bodas y otras celebraciones, ahora se han convertido en una pieza clave de nuestro joyero.

La revista Vanidad ya está avisando de que los extra largos irrumpirán con fuerza este verano y será una moda que se quedará durante mucho, mucho tiempo. Y es que no tienen que estar siempre asociados a un look arreglado, se puede ir de forma informal con los pendientes adecuados.

Si nos damos un paseo por el Instagram de las influencers de moda, podemos ver distintos tipos de pendientes largos con distintos materiales: de plata y oro, pero también de acero, de tela, con perlas, con materiales reciclados…Las posibilidades son muchísimas, como también los diseños.

Colores vivos este verano

Este verano se apostará por los colores, seguramente como cada año, pero este, probablemente, sea especial. Tras el gris que ha reinado durante todo el curso a causa del coronavirus, los colores se reivindican para dar alegría, esperanza e ilusión.

Los diseños alegres con temáticas marinas, formas geográficas, flores, las consabidas moscas y abejas, frutas, caras, pero también con cómics u otras composiciones de historias estarán a la orden del día. Ya lo están.

El límite está en quien se los ponga ya que esta moda ha entrado de lleno para darnos alegría a la cara, a pesar de la mascarilla y de un aire que ya no respiramos como antes.

El encuentro con el bolso y el resto de abalorios – pulseras, anillos, color de uñas, etc – también es importante. Se trata de ir guapa, a la moda y encontrar el equilibrio con todo lo que se lleve.

Igualmente, el peinado no debe abandonarse. Al contrario de lo que pudiera parecer, el flequillo está de moda. Un flequillo más corto de lo habitual para no perder (también) la expresión de los ojos.

El largo o no del pelo depende mucho de la forma de la cara, pero son muchas las personas, sobre todo con pelo ondulado, que se han decidido a llevarlo cortito, a la altura de la mandíbula. Con este largo los pendientes, claramente, lucen mucho más.

Si se no se lleva el pelo recogido – ahora que lo más cool son los moños desenfadados – se aconseja pasar el pelo detrás de las orejas para que no les robe el protagonismo, entre el cabello y la mascarilla.

No se sabe qué pasará en unos meses cuando la población esté vacunada en más del 60%. Muchos están diciendo que probablemente se abandonará la mascarilla al aire libre, pero los pendientes largos resistirán y lucirán más que nunca junto con nuestra mejor sonrisa.