Las constelaciones familiares, también llamada técnica de posición en la familia, es una ciencia alternativa creada por Bert Hellinger y que afirma que muchas de las cosas que sentimos y nuestra forma de actuar vienen condicionadas por patrones y estructuras existentes en nuestras relaciones familiares. Realmente, no somos conscientes de estos patrones ni de su influencia y por eso precisamos de la terapia para poder sacarlos a la luz y entender cómo nos influyen.
Cuando hablamos de constelaciones familiares podemos referirnos a una terapia de grupo que está dirigida por un constelador, que es la persona experta que dirige la terapia; la persona sobre la que se va a realizar dicha terapia, el constelado, que será la que tenga que realizar las técnicas que el constelador le va a ir guiando y, por último, personas del grupo que simbolizarán a los familiares para poder llevar a cabo las técnicas comentadas.
Pero esta terapia también se puede llevar a cabo de forma individual, supliendo a las personas por muñecos o por cualquier objeto que pueda hacer las veces de los familiares representados. Esto es más eficaz para aquellas personas a las que les cueste hablar en público o comentar sus problemas con un grupo.
3 principios que rigen los sistemas humanos en las constelaciones familiares
Para esta terapia se tienen en cuenta tres normas que rigen los sistemas humanos según las constelaciones familiares. Estas normas o principios son:
#1. El principio de pertenencia
Desde el mismo momento de la concepción uno pasa a pertenecer a una familia. Y no puede dejar de pertenecer a ella y ocupar un lugar en la misma. Un lugar que no se pierde ni siquiera con el fallecimiento.
#2. El principio del orden en las constelaciones familiares
Los padres están situados antes que los hijos. Y dentro de los hijos el primero tiene un lugar antes que el segundo. Esto ocurre también cuando se dan familias paralelas, es decir, el primer cónyuge sigue teniendo ese primer lugar incluso cuando ya hay un segundo cónyuge ya que el principio de pertenencia dicta que nadie deja de pertenecer a una familia.
Este orden implica responsabilidades, ya que los mayores tienen siempre responsabilidad ante los de menos edad. Los únicos que no tienen responsabilidades son los niños.
#3. El principio del equilibrio entre lo que se toma y lo que se da
Un buen ejemplo son los padres, que dan la vida a sus hijos. Esto toman este regalo de sus padres y equilibran la balanza cuando, a su vez, dan vida a sus hijos. ¿Quiere esto decir que las personas que no tienen descendencia están desequilibradas? No, pero tendrán que buscar algo que haga que se cumpla este principio haciendo algo bueno con su vida que repercuta en mejorar la de los demás.
Encontrar las perturbaciones familiares
Los principios expuestos son muy importantes pero pueden romperse en algún momento de la línea familiar y causar un desequilibrio. Esto influirá en nuestra vida, en la manera en que nos sentimos y en nuestra personalidad. Y esto, según la teoría de las constelaciones familiares, sucederá incluso si la perturbación tuvo lugar antes de nuestro nacimiento.
Por eso, es muy importante ir estableciendo todas las relaciones familiares hasta encontrar donde se ha producido la perturbación o las perturbaciones que pueden estar influyéndonos negativamente. Este trabajo puede ser complicado, especialmente cuando no se tienen demasiada información sobre nuestro pasado.
Una vez detectadas esas perturbaciones, las constelaciones familiares nos enseñan como arreglarlas y equilibrarlas para conseguir solucionar nuestros conflictos y poder llevar una vida más plena. Y los beneficios de arreglar estas perturbaciones repercuten no solo en el constelado, sino también en el constelador y, en el caso de las terapias de grupo, incluso en los que han representado a los miembros de la familia, dándoles una mayor paz y bienestar interior.