Si tienes alguna medicación o la has tenido en algún momento de tu vida sabes que, acompañando a las pastillas que te tienes que tomar, hay un prospecto, un trozo de papel donde te informan de todo lo que es, hace y cómo debes usar ese medicamento. Esto es lo que sería el prospecto y es un documento muy importante que se debe leer pero con pinzas.
Y te decimos esto porque, muchas personas, suelen ponerse peor cuando leen los efectos secundarios o el apartado sobre el medicamento y el cuidado que se ha de tener si se tienen enfermedades concretas, lo cual hace que puedan sentirse, de alguna forma, hipocondriacos porque piensan que el medicamento no les va a hacer nada bien o pueden llegar a desarrollar los síntomas de alergia a los componentes de modo psicológico.
Por eso es que los prospectos es importante leerlos pero tampoco hacerles mucho caso. Si la medicina te la ha recetado tu médico de cabecera, por ejemplo un protector de estómago como Omeprazol, un antihistamínico como Polaramine, prospecto llevará, por supuesto, pero has de tener en cuenta que no te va a recetar algo que te perjudique sino al contrario.
Si la medicina la has comprado en la farmacia puedes preguntar al farmacéutico, siempre intentando que sea el que te conoce para así poder saber si no vas a tener problema con esas pastillas o medicinas en general. Y, por supuesto, en caso de que notes algo extraño, has de suspender el tratamiento y preguntar a un experto.