El tomate es un aliado de excepción para perder peso en un tiempo récord. La dieta dura tan sólo tres días, y perderá hasta tres kilos. Este manjar de la huerta que tiñe de rojo los platos veraniegos nutre, refresca y se presta a infinitas combinaciones. Además, las últimas investigaciones confirman que previene el cáncer de estómago, pulmón y próstata.

El tomate encierra en su roja redondez un dechado de virtudes. Es la estrella indiscutible de la huerta, tanto por sus poderes dietéticos como por sus saludables efectos sobre el organismo. Es refrescante, remineralizante, antioxidante, desintoxicante y antinfeccioso.

Además, junto a su poder para reducir el colesterol y estabilizar el sistema inmunitario, aporta cualidades diuréticas y tiene la capacidad para eliminar el ácido úrico. Por otro lado, se hace portador de una sustancia con propiedades parecidas a los corticoides, con lo que está muy indicado para personas que sufren problemas de artritis.

Tabla de contenidos

Tomates y cáncer

Innumerables estudios en torno al consumo de tomates y el cáncer han acaparado la atención de los científicos de todo el mundo. Todos ellos ponen de manifiesto que un alto contenido de este nutriente en la dieta reduce considerablemente el riesgo de padecer la temible enfermedad, en especial los cánceres de pulmón, próstata y estómago.

La clave está en que es rico en sustancias fitoquímicas con cualidades anticancerígenas, responsables de la formación de caroteniodes como el licopeno, cuya presencia protege a las células frente a los efectos de la oxidación.

Pre-dieta depurativa

La dieta del tomate permite perder peso en un tiempo récord, pero para que sea efectiva es indispensable que vaya precedida de un plan depurativo de tres, dos o al menos un día de duración. Gracias a su poder antioxidante tiene como objetivo estimular la eliminación de las toxinas que se han ido acumulando en el cuerpo.

Esta predieta consiste en tomar zumos naturales de frutas no cítricas, durante el desayuno y la merienda, junto con purés o zumos de hortalizas en comidas y cenas. El estricto régimen incluye como aliado de excepción un litro y medio de té al día, que tonifica y revitaliza. También puede acompañarse de otras infusiones después de las comidas, en especial de romero, que drena el hígado y la vesícula biliar, así como de tila o lavanda por su poder relajante en el sistema nervioso.

LA DIETA DEL TOMATE

Tras la fase depurativa entra en escena la monodieta de tomate, que no debe superar los dos kilos diarios de este rojo manjar.

Desayuno
Se inicia en ayunas con un zumo de tomates frescos, alimento que se repite en la merienda. El desayuno incluye mermelada de tomate, junto con tomates hervidos, pelados y espolvoreados con romero.

Comida y cena
Ensalada de tomate, aliñada con aceite de oliva de un grado, vinagre y hierbas aromáticas.

Complemento
Se acompaña con dos litros de agua al día, si es posible mineral. También resulta muy efectiva una infusión que contiene diente de león, menta poleo y malva a partes iguales, junto con una corteza de limón. De este preparado se pueden ingerir hasta cuatro tazas diarias y resulta ideal para echar mano cuando el hambre ataca.

Duración: Tres días
Se estima que la duración aconsejable de la dieta del tomate es de tres días, un tiempo en el que podrá desprenderse de tres kilos. La mejor época para ponerla en marcha es entre abril y junio.

Indicado para…
Está especialmente indicada para personas con hábitos muy tóxicos, como fumadores, cafeteros, sedentarios y devoradores de grasas animales. También es ideal para los propensos a la retención de líquidos con tendencia a la celulitis.

Contraindicado para…
Por el contrario se desaconseja practicarla a diabéticos dependientes de la insulina, individuos con problemas renales serios y personas que padecen enfermedades infecciosas o degenerativas de importancia.

Tras alcanzar el peso deseado se aconseja tomar tres vasos diarios de zumo natural de tomate media hora antes de las comidas durante los quince días siguientes a la finalización de la dieta.