La primera se fabrica con levadura de alta fermentación y su elaborador la cata para corregirla
Lúpulo, malta, levadura y agua son los ingredientes principales de una cerveza, por lo que son otras cuestiones las que marcan la diferencia en la calidad de esta bebida. Así, aunque es una bebida muy generalizada y de consumo muy común entre la población mundial, el método con el que se fabrica es el que determina si se trata de una cerveza industrial o una artesanal, de autor o gourmet.
Precisamente, la que beben la mayoría de los consumidores es la primera, entre otras cosas, por ser más económica. Uno de los motivos es que la levadura de fermentación baja que se usa para la cerveza industrial permite acortar los tiempos de fabricación y reducir los gastos, consiguiendo, sin embargo, una bebida de sabor y color ligeros, además de que ésta se filtra químicamente, de forma que se eliminan los residuos de la botella pero también queda minimizado su sabor.
Saborizantes, colorantes y conservadores son algunos ingredientes que se utilizan para hacer las cervezas que consume la mayoría de las personas porque posibilitan su almacenamiento durante mucho tiempo sin que se estropee. Todo este proceso de fabricación de la cerveza industrial hace que afecte a su espuma, grado alcohólico, presentación, sabor, tamaño del lote producido o su cuidado, entre otras cuestiones.
Por su parte, el creador de la cerveza artesanal la va probando durante el proceso y rectificando, si fuera preciso, como hace cualquier chef con sus creaciones culinarias. Igual que un maestro de la cocina, el elaborador de una cerveza artesana utiliza los mejores ingredientes, es decir, levaduras de alta fermentación, y no escatima en el proceso, de forma que si tiene que perder cerveza por el camino, no importa, porque lo relevante es lograr que el aroma, el sabor y el olor se sientan de manera significativa.
Decantada manualmente, lo que en ocasiones deja residuos en las botellas, la cerveza de autor se fabrica sin conservantes, es embotellada con un proceso de pasteurización y tiene fecha de caducidad: dura entre tres y cinco años. Ahora que, además de beberlas, sabes tanto sobre cervezas, ¿por cuál te decantas? ¿Sigues fiel a tu Mahou 5 estrellas o eres más de la Mahou Clásica?