Seis siglos años antes de Cristo ya existía esta prenda. Tanto hombres como mujeres la utilizaban para protegerse las piernas cuando realizaban grandes caminatas.
Pero es en la época de los romanos donde realmente se encuentra el antecedente de las medias actuales. Con el nombre de “calceus”, en castellano calzas, comenzó la verdadera andadura de este complemento. Al principio los hombres utilizaban las medias como prenda interior, pero después estas pasaron a formar parte de su atuendo. Las mujeres, sin embargo, vestían faldas hasta los tobillos que ocultaban las piernas por completo.
Las medias empiezan a cobrar importancia cuando el inglés William Lee crea el primer telar para fabricar medias de seda. Al imponerse el pantalón como prenda masculina, las medias pasan a ser un complemento exclusivamente femenino.
Ya en el siglo XX aumenta la pasión femenina por esta prenda. Esto se debe a que hasta entonces las mujeres habían mantenido ocultas sus piernas. Cuando surge la minifalda, el panty -copia moderna de las calzas- cobra mayor fuerza y se considera el punto de partida de la moda de las medias.
Pero la historia de las medias no acaba aquí. Ya de cara al siglo XXI, se están realizando investigaciones para conseguir unas medias cuyo tejido neutralice los olores y actúe contra las bacterias. Los japoneses ya han comenzado, creando unas medias para revitalizar las piernas a base de vitamina C y extractos de algas. Y en Italia existen unos pantys tratados con aloe vera que relajan y suavizan la piel de las piernas a la vez que la hidratan.