Si hay alguien que puede ser considerado uno de los mejores pintores que ha visto España, es definitivamente Doménikos Theotokópoulos; ¿te ha causado gracia el nombre? Si no lo ha hecho, al menos has puesto una cara de que es algo realmente complicado de aprenderse y es por ello que lo conocemos de otra forma, como el famoso greco, el pintor que hizo obras increíblemente buenas que andan por las iglesias mejor pintadas.

Aunque este gran artista haya vivido poco más de setenta años, al día de hoy sus obras son tan impecables y recordados, como si ayer se hubiese marchado del mundo o como si estuviese vivo incluso. Los cuadros del greco siempre han llevado a la suposición de que era un extremo devoto y que por supuesto, de que entregaba su talento a Dios gracias a su fe, por ello era tan bueno en lo que hacía.

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La razón para que los cuadros del greco sean tan buenos, puede estar encerrada seguramente en los lugares en los que durante su vida, no precisamente estudió artes, peo si se familiarizó con las obras de los artistas presentes en diversos lugares y que por supuesto él también frecuentaba, pues en realidad hasta era maestro, siempre fue bastante bueno, solo que despegó solo un poco avanzado en la carrera.

Cuando tenía 36 años, el greco se mudó a España, donde su obra floreció de manera especial y país en el cual vivió hasta el último de sus días; en gran parte de su obra se puede ver que era influenciado fuertemente por donde se crió en el arte, en Venecia y también en muchos de los cuadros del greco puede notarse que mientras estuvo en Italia, aprendió sin lugar a dudas del grande, Miguel Ángel.

El Greco

Motivos y obras

La gran mayoría de las obras del greco comprenden lienzos para retablos de iglesias, en los que se comenta que a menudo su taller también participaba; realmente la gran mayoría de los cuadros del greco son de tema religioso y no es de dudar que su magnífico talento venía desde el cielo y lo mejor era que se lo retribuyese; hizo muchos cuadros de devoción para diferentes tipos de instituciones religiosas de su tiempo, no solamente para las iglesias.

Aunque en sus primeras obras se podía ver mucho las influencias que lo caracterizaban, durante las nuevas que venía trabajando, se veía cada vez cómo tomaba un estilo personal; a tal grado llegó su nivel de mejora, que al día de hoy, un grupo de retratos que el artista pintó, sigue siendo considerado como una colección de cuadros de máximo nivel.

En sus obras medias y finales, es totalmente sencillo notar el estilo de los cuadros del greco, con personas extrañamente alargadas en sus extremidades y rostros, figuras fantasmagóricas y rostros realmente expresivos; una de las obras en las que se puede ver perfectamente el cambio de su estilo es la purificación del templo, que tiene tres diferentes versiones a lo largo de los años.