Muchos de los problemas estéticos se centran en una zona: las nalgas. Sin embargo, el final de la espalda no tiene por qué ser el punto débil de la silueta.

Recurrir a tratamientos adecuados, fortalecer los músculos y llevar una dieta sana son las claves para lucir un bonito trasero.

El hombre se ha preocupado desde siempre por la estética de su cuerpo. Los antiguos griegos, en el siglo IV antes de Cristo, pensaban que un cuerpo bello y bien proporcionado era algo fundamental para tener una vida armoniosa y feliz. Adoraban la belleza corporal. Hoy, 24 siglos más tarde, se sigue admirando esa belleza, hasta el punto de que poseer un cuerpo bonito es una de las más importantes aspiraciones y preocupaciones de muchos.

Las nalgas son una de las partes del cuerpo que se estropean con más facilidad y desde muy temprana edad. La celulitis y las estrías pueden empezar a hacer mella en la pubertad, al producirse el primer cambio hormonal fuerte.

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Cuestión de estrógenos

El desequilibrio entre dos clases de hormonas femeninas –los estrógenos y la progesterona- influye mucho en las formas corporales de la mujer. Cuando hay más estrógenos, la grasa se acumula de cintura para abajo, es decir, en nalgas, caderas y parte alta de los muslos.

Cuando lo que abunda es la progesterona, la grasa se acumula en la mitad superior del cuerpo: senos, hombros, brazos y nuca. Por eso, la mujer de morfología ginoide –estrecha de hombros y ancha de caderas- sufre más de cerca los problemas de la celulitis, la flaccidez y las estrías.

Sin embargo, la mujer de morfología androide tiene una silueta que se parece más a la masculina, y la celulitis aparece normalmente alrededor del tronco. Plan de ataque Las que deseen tener un cuerpo bonito, una figura modelada, deben tener en cuenta algo esencial: no basta con someterse a una dieta rigurosa.

Es necesario saber que hoy en día se cuenta con una serie de tratamientos especiales y cremas de alta cosmética que, junto con determinados ejercicios gimnásticos pueden ayudar a terminar con todos los problemas de las nalgas.

Cuando la celulitis acaba de hacer su aparición y aún no puede ser considerada como un problema grave, se le puede hacer frente con algunos otros medios más económicos, como son los tratamientos cosméticos específicos.

La última generación de anticelulíticos persigue una doble meta: acabar con la celulitis y regenerar el tejido conjuntivo. Los precios de estos productos no suelen ser muy altos, no tienen contraindicaciones y son efectivos si se utilizan regularmente en invierno y verano.

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Liposucción

Cuando se tiene prisa por adelgazar localmente y se es lo suficientemente valiente como para pasar por un quirófano con el fin de mejorar la imagen, se tiene la posibilidad de hacer una liposucción.

Esta técnica quirúrgica consiste en aspirar las células grasas mediante una cánula que se introduce a través de una pequeña incisión en la piel y se conecta a un potente aspirador. Es muy efectiva para eliminar la grasa acumulada en zonas muy concretas, como caderas, nalgas o abdomen.

Se puede realizar con anestesia local o total. El postoperatorio no es doloroso. Se recomienda no hacer ejercicio hasta que no hayan pasado quince días desde la intervención. Sin embargo, después es recomendable practicar pesas, natación o tenis para ayudar a que los tejidos vuelvan a la normalidad.

Las células adiposas que se extraen en la liposucción no vuelven a reproducirse, pero desgraciadamente este tipo de intervención no resulta eficaz para hacer adelgazar a una persona de cuerpo entero: soluciona más bien problemas localizados de grasa.