Teresa, responsable de Recursos Humanos de una mediana empresa, nos envía este interesante artículo en el que menciona tres errores que no se deben cometer cuando decidimos enviar mail pidiendo trabajo. ¡Nos ha encantado su punto de vista y creemos que puede serte útil! Verás que todo se resume en varios «trucos» que, en realidad, se basan en principios: Educación, respeto y consideración.

El correo electrónico facilita la comunicación entre empresas y clientes e, igualmente, aumenta las posibilidades de búsqueda de empleo o colaboraciones de negocios pero no nos debemos olvidar de que en los correos electrónicos también es aconsejable -por no decir casi lógico-, mostrar educación y respeto. Para enviar un mail pidiendo trabajo o solicitando algún tipo de colaboración o consideración, existen varios errores que no debemos cometer bajo ningún concepto.

1. Demandar que te respondan, sobre todo rápidamente: Es lógico solicitar una respuesta para comprobar si, al menos, tu currículum, portfolio o propuesta ha sido leída ¡O, mejor aún, tenida en cuenta! Pero hay que hacerlo con sutileza. De lo contrario, el receptor puede interpretar tu petición como una exigencia, aunque esa no sea tu intención. Frases del tipo «Espero su respuesta cuanto antes» o «Quedo a la espera de una pronta respuesta» y a veces hasta un simple «Quedo a la espera de su respuesta» garantizan, en la mayoría de los casos, que tu correo reciba una respuesta automatizada, que no sea respondido… O que pase directamente a la bandeja de spam.

Puedes exigir una rápida respuesta como cliente de una empresa, cuando has pagado por un producto o servicio y no te han atendido correctamente o se ha producido algún error de envío, estafa o abuso de facturación. ¡El cliente siempre tiene la razón!  Pero no puedes ni debes exigir -o que así lo parezca, aunque no sea esa tu intención- cuando tú eres el o la solicitante.

Actualmente, con el alto nivel de desempleo, la desesperanza y la desesperación nos pueden llevar a cometer erroresque ya es imposible subsanar, por una razón muy simple: Quien lo recibe puede estar ocupado, quizá en su puesto de trabajo le limiten a responder mails de proveedores o de otras empresas. O, simplemente, carece de tiempo para contestar todos los correos, sea cual sea su procedencia o asunto… Y tal vez carezca de paciencia.

En el mejor de los casos, puedes recibir un correo con disculpas en el que, con algún pretexto, te informan de que no es posible atender tu solicitud… Y lo triste es que, quizá, hayas conseguido llamar la atención de los responsables de contratar personal… 

Lo correcto debería ser algo así. Sutilmente, estamos instando a que lean nuestro correo y nos mostramos dispuestos a aceptar que tal vez no puedan respondernos u otorganos el puesto de trabajo y que deseamos trabajar en esa empresa, ya que muchas personas envían mails aleatoriamente a numerosas direcciones de correo. También dejamos una ventana abierta a la opción de que en un futuro cuenten con nosotros. Y si añadimos una firma de correo electrónico con nombre, apellidos, correo y teléfono, aumentamos las posibilidades y mostramos profesionalidad.

Gracias por  atender y leer mi correo. Para cualquier vacante existente o posibilidad futura de contratación/colaboración con (nombre de la empresa), estoy a su disponibilidad.

Atentamente,

XXXX

Firma de correo electrónico con nombre, apellidos, correo y número de teléfono.

2. Pedir explicaciones al no recibir una respuesta: Agravamos el error y es casi seguro que formes parte de la lista de correos no deseados, sobre todo si te muestras insistente o indignado/a. Incluso puede darse el caso de que la empresa haya tenido en consideración tu primer contacto cuando has decidido enviar mail pidiendo trabajo y aún no te hayan respondido porque tienen una lista de prioridades, porque no hay suficiente personal cubriendo tanta demanda o por cualquier otro motivo.

Al pedir -o exigir- explicaciones de la no-respuesta, tu candidatura o la posibilidad de establecer una relación laboral o colaborativa, se verá truncada.

3. No agradecer la respuesta: Otro gran error. Si se han tomado la molestia de responder tu mail, aunque esa respuesta haya sido negativa -Es decir, que no puedan contratarte-, lo lógico es agradecer la contestación.

Y ya no sólo se trata de una cuestión de educación. Es una forma inteligente de pedir que en un futuro se replanteen contratarte, de que si hay una vacante se acuerden del correo que enviaste y te respondan positivamente, algo que yo he hecho con correos que he guardado.

Este es un ejemplo del comienzo de un correo electrónico de agradecimiento:

Buenos días,  XXX  (nombre de la persona que te ha respondido. Si te responden de usted, mantén el mismo tono. Si te responden de tú, igualmente mantén el mismo tono)

Soy consciente de la complejidad de la situación y de su/tu/vuestra ocupación. Por ello, les/os/te agradezco enormemente que me hayan/hayas/hayáis  dedicado su/tu/vuestro tiempo, respondiendo a  mi solicitud y lamento no poder formar parte de su/vuestra empresa.

Si en un futuro existe la posibilidad de trabajar juntos, estaré encantado/a de formar parte de (nombre de la empresa)

Atentamente,

XXX

Firma de correo electrónico con nombre, apellidos, correo y número de teléfono.

 

Un ejemplo de un correo de agradecimiento que recibí (le contesté de tú y el solicitante también contestó de igual manera):

Hola Teresa, buenos días,

Soy consciente de que recibirás muchas solicitudes de empleo y probablemente estarás muy ocupada con otras tareas adicionales, por lo que me gustaría agradecerte que me hayas dedicado tu tiempo respondiendo a mi correo.

No voy a negar que me entristece que la respuesta haya sido negativa,  pero aun así reitero mi agradecimiento, pues valoro mucho tu consideración.

Si en un futuro existiese la posibilidad de trabajar en XXX, estaría encantado de formar parte de vuestro equipo.

Atentamente,

Firma de correo electrónico con nombre, apellidos, correo y número de teléfono.

 

Espero que te hayan servido estos tres consejos. Enviar mail pidiendo trabajo puede resultar un éxito, a veces, no inmediato.