La llegada del invierno, que trae consigo el descenso de las temperaturas y el mal tiempo, provoca que muchas personas apuesten por quedarse en el sofá en lugar de realizar ejercicio diario. Una pereza generalizada que, unida a las largas jornadas laborales, supone un verdadero dolor de cabeza a la hora de la conciliación entre la rutina de trabajo y entrenamiento. Además, el estilo sedentario implantado en la sociedad actual tampoco ayuda a conseguir ese bienestar general tan importante para la salud. Por suerte, con una serie de consejos y los suplementos deportivos de Olimp Sport Nutrition se puede conseguir conciliar el trabajo con una rutina de ejercicio para alcanzar ese objetivo tan necesario a largo plazo.
Adapta tu entrenamiento y toma un desayuno saludable
Hombres y mujeres dedican muchas horas del día al trabajo, por lo que suelen poner como principal excusa la falta de tiempo para hacer algo de ejercicio diario. Para evitar esta primera barrera mental es imprescindible adaptar la rutina de entrenamiento a la jornada laboral. El pensamiento general de las personas es que se necesitan largas sesiones de entrenamiento, pero los expertos señalan que media hora al día de ejercicio es la fórmula mágica del éxito. Por este motivo, un pequeño periodo de tiempo antes del trabajo, a la hora de la comida o incluso después del trabajo es suficiente para conseguir un estilo de vida saludable con múltiples beneficios para la salud.
La alimentación es un factor de vital importancia a la hora de realizar cualquier rutina de entrenamiento. Comenzar el día tomando un desayuno sano y completo nos aporta energía suficiente para afrontar el resto del día y, al mismo tiempo, mantener una rutina de entrenamiento en las mejores condiciones físicas posibles. Un ejemplo de desayuno saludable estaría compuesto por huevos (proteínas), una tarrina de yogurt con muesli y plátano (carbohidratos), un bol de avena (fibra) y un vaso de zuma natural (azúcares).
Planifica el entrenamiento y toma suplementos energéticos
La planificación es uno de los puntos fundamentales para conseguir conciliar el trabajo con el entrenamiento. Un calendario con los ejercicios diarios y con el material necesario puede convertirse en el mejor aliado a la hora de alcanzar este objetivo. Además, también se puede establecer una determinada rutina con todos los grupos musculares que se vayan a entrenar durante la semana. Una serie de acciones que permiten aprovechar al máximo todo el tiempo destinado al ejercicio físico diario para que encajen a la perfección en cualquier tipo de jornada laboral.
La dieta saludable y equilibrada se tiene que combinar con complementos alimenticios, como pueden ser un batido de proteínas. Unos suplementos con los que se consigue un alto nivel de energía para completar el entrenamiento y conseguir una rápida recuperación muscular posterior. Una correcta nutrición deportiva pre y post entrenamiento es fundamental para alcanzar esa conciliación entre trabajo y ejercicio tan necesaria en la sociedad actual. Unos suplementos que suelen constar de multivitamínicos, creatina o barritas de proteínas, que pueden llevarse a cualquier lugar.
Organiza las horas de trabajo y haz pausas durante el día
Las largas jornadas laborales ocupan gran parte del tiempo durante el día. Por este motivo, alcanzar el objetivo propuesto tiene que comenzar desde el propio puesto de trabajo. Es imprescindible organizar las horas de trabajo para disponer de las máximas horas posibles para otros momentos de ocio y, evidentemente, para el entrenamiento diario. Además, esta organización de las tareas profesionales tiene que ir acompañada de pequeñas pausas para tomar los suplementos deportivos. Unos productos indispensables para complementar la dieta y equilibrarla con ciertas sustancias, especialmente para evitar posibles carencias nutricionales derivadas del desgaste físico.
El aspecto mental es tan importante como el físico, ya que se complementa el uno al otro. De esta forma, hacer pausas cortas en el trabajo cada dos horas ayuda a desconectar mentalmente de cara al entrenamiento. Levantarse de la silla, caminar por la oficina o evitar el móvil lo máximo posible son algunas de las acciones más sencillas que se pueden realizar durante la jornada laboral para conseguir un estado mental adecuado.
Recomendaciones para el gimnasio
Las pausas en la jornada laboral se tienen que complementar con los descansos de hasta cinco minutos entre las diferentes series de la rutina de entrenamiento, aunque siempre dependerá del número de repeticiones que abarque cada serie. Unas pequeñas paradas que permitirán una mejor recuperación del cuerpo para tomar la fuerza suficiente con la que completar todos los ejercicios propuestos durante el día. En cualquier caso, la preparación física siempre tiene que terminar con algún tipo de ejercicio más suave, ya sea con algunos abdominales o simplemente corriendo por lo menos cinco minutos, para que el cuerpo adapte al nuevo cambio de ritmo.
Una serie de recomendaciones con las que no tendrás ningún tipo de problema en conciliar entrenamiento y trabajo. Aunque si aun así te resulta complicado encontrar el equilibrio perfecto puedes apostar por otros consejos útiles, como buscar un gimnasio cerca del trabajo para que se adapte mejor a tu jornada laboral. En el caso de la alimentación también debes evitar picar entre horas y comer azúcares después de las 20:00 horas, mientras que es conveniente beber mucha agua e intentar dormir por lo menos siete horas al día.