Muchas familias necesitan ayudan en el día a día para hacer frente a las tareas domésticas o ayuda con el cuidado de los niños o ancianos. Es en este momento cuando se recurre a las empleadas del hogar, pero surge un dilema y es la contratación de manera interna o externa.

Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, dependerá del tipo de tareas que se quiera que abarque la trabajadora, el número de horas y el salario a pagar. Las empleadas internas trabajan todos los días, las 24 horas del día mientras que las empleadas externas pueden trabajar todo el días, sólo el fin de semana, unas horas, ir de mañanas o de tardes.

Por otro lado, las empleadas del hogar internas son más costosas ya que estas tienen que sacrificar su vida familiar para estar presente con otra familia. Además, el gasto de la habitación y manutención corre por cuenta de la familia que la contrata.

La empleada externa tendrá menos salario ya que tendrá que destinar un porcentaje de su salario al transporte y otro a la manutención si tuviera que comer fuera. Sin embargo, la ventaja es que podría tener varios trabajos y a final de mes el salario sería mayor.

Para decidirse entre una empleada del hogar interna o externa hay que tener en cuenta los horarios de la familia. La trabajadora externa deberá cumplir con el horario pactado y si se trabaja alguna hora más habrá que pagarla como extra. Mientras que la interna está a disposición de la familia, no están obligados a pagar horas extra si se retrasan al salir del trabajo o deciden salir una noche a cenar.

Estas son las diferencias básicas que existe entre la contratación de una empleada del hogar interna o externa. En cuanto a las tareas, ambas pueden hacer lo que se estipule en el contrato desde la limpieza de la casa en general, planchar, secar, hacer la compra e incluso cuidar a los ancianos o niños con todo lo que eso conlleva. Hay familias que incluyen también los cuidados de los animales domésticos  que supone bañarlos, limpiarles su hábitat o darles un paseo si se trata de perros.