Hay ocasiones en las que, cuando tienes el prospecto de un medicamento, no sabes si leértelo o no debido a que puedes leer algo que te haga desconfiar realmente del medicamento, o que no te lo tomes a pesar de que haya sido un médico quien te lo haya recetado.
Los prospectos suelen ser una fuente de información pero, en algunos casos, puede conllevar a pensar que es en realidad malo el medicamento. De hecho, es lo que te puede pasar con Emconcor prospecto, que puede hacerte pensar que no es bueno tomarlo si padeces alguna dolencia de las estipuladas en el prospecto pero, si sigues las indicaciones de tu médico, no tienes por qué tener problemas.
Emconcor prospecto
Emconcor es en realidad un medicamento para el corazón ya que se ocupa de reducir la frecuencia de latidos que tiene el corazón. Se suele recetar para aquellas personas que tienen una tensión arterial elevada así como angina de pecho crónica siempre que ésta esté estable.
Ahora bien, en el prospecto se comenta que, aquellos que sean alérgicos al bisoprolol o a los componentes del medicamento no deberían consumirlo así como aquellas personas que tengan algunas de las enfermedades del corazón, pulmonares o de circulación en las piernas así como feocromocitoma no tratada.
Esto no quiere decir que las personas que tengan esto no deban tomarlo, el médico que receta este medicamento se supone que tiene que saber toda la medicación y dolencias que padece y, si aún así ha visto adecuado recetas las pastillas, entonces no hay problemas salvo que se detecte algún tipo de efecto secundario una vez se ha tomado.
A la hora de tomar Emconcor has de seguir lo que haya dispuesto tu médico y no otro tipo de dosis. Normalmente las pastillas se toman por la mañana y, como dosis normal, suele ser una pastilla al día pero se puede aumentar a 2 sin que haya peligro. Eso sí, más de dos no se recomienda y, en caso de que tengas problemas graves de riñón o de hígado, solo 1 pastilla es lo máximo que se permite.
El tratamiento suele ser de larga duración de ahí que los efectos y beneficios pueden notarse a medio plazo, no a corto. Además, hay que tener especial cuidado a la hora de dejar el tratamiento porque, si se deja de forma brusca, la enfermedad puede empeorar bastante.
A la hora de dejarlo, si se toma una pastilla diaria, suele ser una reducción de dosis (media pastilla, un cuarto, etc.) o bien a intervalos (día sí, día no).
Hay que tener mucho cuidado si se toman más pastillas de las debidas porque podría detenerse el corazón y causar la muerte del paciente. Por eso es que lo mejor es acudir de inmediato a un médico o farmacéutico para que valore el estado y lo puedan atender.
Como todos los medicamentos, este también tiene efectos secundarios que suelen pasar por: sensación de frío en manos y piernas, molestias de estómago, diarrea o estreñimiento, cansancio, etc.