¿Cuántos días dura el mono del tabaco? Esta pregunta se la hacen todos aquellos que están dejando de fumar o que tienen pensado hacerlo en breve. Cada persona es un mundo, pero, no obstante, intentaremos dar una respuesta que explique cómo es el proceso físico de desengancharse del tabaco.
Las primeras 72 horas
Las primeras horas tras dejar de fumar son duras. Desde que se deja el primer cigarrillo, por muy concienciado que se esté, comienza una lucha que va a durar mucho tiempo. Es bueno que durante este tiempo se evite estar en lugares en los que normalmente se fuma, como terrazas de cafetería. Es bueno decírselo a todos los que te rodean para que te sirvan de apoyo.
Muchos dejan de fumar al irse a la cama, así esas horas cuentan ya, aunque es una manera de autoengaño. Lo importante es no retrasar las cosas, ya que por la mañana las ganas de fumar serán intensas y habrá la tentación de fumarse el “último” de nuevo.
Son momentos difíciles pero, si hay una buena concienciación lo normal es que se superen ya que todavía está presente la última dosis y el mono o necesidad no es tan intenso, aunque sí puedan serlo las ganas de fumar.
Entre 72 horas y 2 semanas
Tu cuerpo está eliminando la nicotina que tiene acumulada. Este proceso no dura lo mismo en todos los casos, hay personas que eliminan la nicotina más rápidamente que otras, pero el plazo de dos semanas es más que suficiente para cualquier persona. Durante este tiempo es normal sentir irritabilidad, tener problemas para dormir, trastornos del apetito, ansiedad y dolor de cabeza. Es cuando el deseo de fumar es más intenso y por tanto hay mayor riesgo de recaída. Es buena idea ayudarse con chicles de nicotina o con medicamentos.
2 semanas a 21 días
No hay síntomas físicos de dependencia del trabajo, aunque la persona puede seguir percibiéndolo así debido a la dependencia psicológica. Es el momento de trabajar los nuevos hábitos. Dicen los expertos que 21 días es el plazo de tiempo que una persona necesita para conseguir asentar un hábito y el objetivo a cumplir es estar sin fumar. Algunas personas no saben qué hacer con las manos y les viene bien tener algo con lo que entretenerse, como un clip, una horquilla, un lápiz o cualquier objeto que puedan mover con los dedos.
A partir de los 21 días
Ya habrás superado todos son síntomas físicos y habrás adquirido algunos hábitos nuevos. No obstante, la dependencia psicológica sigue estando presente. Por eso, los expertos recomiendan no dormirse en los laureles pues muchas personas creen que han ganado la batalla, bajan la guardia y aceptan fumar un cigarrillo en una ocasión especial, lo que hace que vuelvan a caer en la dependencia. Es importante ser conscientes de que nunca se está libre de recaer y que lo mejor es no probar un solo cigarrillo ahora que se ha conseguido deshabituarse.