Algunas veces ocurre que desde el principio del embarazo falla algo, el embarazo no sale como esperábamos y no puede llegar a término. El aborto retenido o involuntario es el que se produce cuando el feto muere dentro de la placenta y el cuerpo no lo expulsa porque no reconoce la pérdida del feto.

Cuando ocurre esto la mujer continúa teniendo los mismos síntomas como si estuviera embaraza, ya que continúa aumentando la hormona gonadotropina como si fuera un embarazo normal. Para diagnosticar un aborto retenido hay que hacerse las ecografías y revisiones oportunas, y es así como el médico lo puede detectar ya que observará que el corazón no tiene latido. También cabe la posibilidad de que observe que está poco desarrollado y determine el aborto en silencio o involuntario.

Las estadísticas dicen que los abortos suelen suceder más en madres primerizas y que un 20% de los embarazos terminan en abortos involuntarios o retenidos. Algunas de las causas que provocan el aborto retenido son las anomalías cromosómicas que impiden que el feto se desarrolle con normalidad. Como indicábamos anteriormente, las mujeres continuarán teniendo síntomas de dolor de pechos, vómitos, náuseas, etc. propios de una mujer embarazada, aunque hay ocasiones que estos síntomas comienzan a desaparecer. Si el feto no se puede expulsar de forma natural, se puede ayudar con fármacos que provoquen las contracciones uterinas y la dilatación del cuello. También puede ocurrir que se realice un vaciamiento por el tamaño del embarazo realizándose con anestesia.

Los abortos retenidos pueden ser peligrosos para las madres porque provocan alteraciones en la coagulación, ya que el tejido desvitalizado consume algunas sustancias que controlan la coagulación con riesgos de provocar una hemorragia. Un aborto es un episodio muy triste para la mujer por eso es importante que pida ayuda y se tomen su tiempo para superar la pérdida. Incluso pueden necesitar ayuda de psicólogos para ello. Se recomienda esperar unos 3 meses aproximadamente para volver a intentarlo, en este período de tiempo la cavidad uterina podrá cicatrizar y las hormonas del ciclo menstrual volverán a la normalidad.

Hay muy pocas probabilidades de que un aborto retenido pueda suceder, pero no son cero las probabilidades. Es importantísimo que en el siguiente embarazo se realicen todas las revisiones médicas para conocer en todo momento el estado del bebé. Además, si se tienen síntomas como sangrado vaginal, no sentir los movimientos del bebé o no tener los síntomas típicos de la gestación se debe de acudir de inmediato a un ginecólogo.