La cultura y la sociedad de hoy en día permite no sólo presumir de complementos sino también de decorar nuestro cuerpo con dibujos permanentes. Los apasionados de los tatuajes se hacen diseños que tienen un significado especial para ellos y lo ven como un arte pero muchas veces no piensan en los posibles riesgos ya que requieren de un cuidado especial al terminar para evitar su infección.

Es normal que durante los dos o tres días después de hacerse un tatuaje aparezcan unos síntomas como de dolor, picor, enrojecimiento e incluso algún sangrado esporádico, pero deben desaparecer poco a poco. No obstante, si estos síntomas se agravan y perduran lo mejor es acudir al médico ya que deberán suministrar antibióticos orales ya laguna crema con cortisona según la gravedad de la infección.

La zona del tatuaje se hincha considerablemente y cuesta mucho el cicatrizado, pero si además, aparece la fiebre no dudes en acudir a tu médico de familia ya que la infección puede producir mala olor e incluso segregar pus pues no os olvidéis que se trata de una herida abierta.

 

Cuáles son los síntomas de un tatuaje infectado

 

Es importante, para evitar estas infecciones seguir paso a paso las indicaciones del tatuador y mantener tanto tapado como destapado el tiempo que él considere, al igual que suministrarse la crema que nos recete el profesional.

Por otro lado, también hay determinadas zonas del cuerpo que son más susceptible a la infección por que están en contacto con el roze, sudor, o el sol ya que está totalmente contraindicado.

Si aún siguiendo estos consejos, tu tatuaje se ha infectado te contamos algunos remedios para curar un tatuaje infectado.