En verano es frecuente que en muchos pueblos de España tengan lugar las llamadas ferias medievales. Se trata de grandes mercadillos ambientados en esta época de la historia en la que se rinde culto a muchas costumbres medievales además de vender productos típicos de las diferentes zonas de nuestro país.

Pero, ¿cuántas de las costumbre medievales que vemos en estos mercadillos e incluso en museos de la época son reales y cuántas son fruto de películas? La verdad es que sabemos muy poco sobre cómo fue realmente la época medieval.

Las costumbres medievales que, realmente, no son lo que parecen

-Los romances entre caballeros y damas: Las películas nos han presentado a los caballeros medievales como románticos y muy respetuosos con las damas. Pero lo cierto es que solo eran respetuosos con las damas si entendemos como tales las de alta cuna.

Y era un respeto muy relativo, ya que la mayoría de los matrimonios que se daban en estas clases sociales eran pactados, por lo que igual que muchos hombres buscaban amantes de manera abierta, ellas también tenían sus entretenimientos, muchas veces con estos caballeros de la corte que pecaban de beber en exceso y de tener un comportamiento libertino.

-Los instrumentos de tortura: Es común ver en muchas  exposiciones medievales instrumentos de tortura de lo más complicados y crueles, así como cinturones de castidad. La realidad es que son inventos muy posteriores, concretamente de la época Victoriana, que se crearon precisamente para dar una imagen oscura y malvada sobre la Edad Media, logrando de esta manera poner más luz sobre ese momento actual.

– Las brujas y sus persecuciones: Asociamos la época medieval a la quema de las brujas y a sus persecuciones por parte de la Iglesia. Pero lo cierto es que en la época medieval la existencia de las brujas era negada por la Iglesia y, lógicamente, no se podía perseguir aquello que no existía. No fue hasta más adelante que comenzaron a producirse estas matanzas de mujeres.

– La Iglesia y la ciencia: Mucho se ha escrito sobre cómo la Iglesia ha perseguido a los científicos y esto ha sido verdad en algunas ocasiones. No obstante, en la Edad Media la mayoría del conocimiento se guardaba en los monasterios y eran los monjes los que estudiaban ciencias y escribían sobre estos temas, ya que eran los que con más frecuencia podían dedicarse al estudio.

– El derecho de pernada: Lo hemos visto en tantas películas y lo hemos leído en tantos libros que lo damos por cierto. Pero no existe ninguna evidencia histórica de que los señores feudales pudieran reclamar su derecho a la primera noche con la novia tras la boda. De hecho, con la de enlaces que se producirían en cada territorio, sería complicado poder ejercer tal “privilegio”. Hoy, se cree que todo se ha debido a una mala interpretación de algunos textos históricos que ha llevado a dicha creencia.