A la hora de elegir el catering para la boda hay que tener en cuenta muchas cosas para que todo salga perfecto para ese día. Puede haber varios tipos de catering el que contratas por tu cuenta para que sirvan la comida en el lugar donde hayas elegido celebrar la boda y el que te proporciona el salón, villa o masía donde te vayas a casar. Para que no te equivoques con tu elección y lo tengas todo controlado a continuación te damos algunos consejos para elegir un catering.

En primer lugar debes de fijar un presupuesto por comensal. Hoy el día el precio por persona del cubierto oscila entre los 110 y 130 euros, más o menos según los platos que hayas elegido. Para calcular bien el precio por comensal pide a la empresa encargada del catering que te proporcione el precio con IVA para saber una estimación real.

Luego hay muchas empresas que se encargan de la comida y no de la bebida, así que al precio que ellos te den deberás de sumarle el coste de comprar todas las bebidas (agua, refrescos, vinos, bebidas alcoholicas…).

En el caso de que vayas a celebrar el banquete en un lugar que hayas elegido tú deberás tener en cuenta la potencia de la luz que tiene el sitio, pues el día de la boda habrás alquilado hornos y arcones nevera para calentar toda la comida que traiga el catering y refrigerar la bebida. Si no tienes los suficientes vatios puede que los hornos no los puedas encender y el catering sea un auténtico desastre.

También deberás acordar con la empresa del catering si ellos son los que se encargarán de alquilar los hornos, neveras y demás, o si de esto te deberás de encargar tú. Pues el coste correrá por tu cuenta.

Por otra parte, hay caterings que no tienen personal para servir los platos y otros sí. Infórmate de si el precio de los camareros está incluido o va a parte del de la comida. En el caso de que tú seas quien contrata a los camareros asegúrate de que son profesionales y conocen bien cómo se sirve en una boda, cómo se preparan los cócteles y demás, pues en el caso contrario te arruinarán la boda.

Asegúrate de que el catering lleva suficiente comida y bebida, para que los invitados no se queden con hambre. Una cosa es abaratar el cubierto cambiando el foie por un paté, y otra cosa es eliminar platos. Los invitados esperarán comer bien y en cantidad, por lo que nuestro consejo es que no escatimes en esto.