Los cristales de pavés o ladrillos de vidrio son bloques de cristal, generalmente cuadrados, que se utilizan tanto en la decoración de interiores como de exteriores. El efecto que producen, al dejar pasar la luz con mayor o menor intensidad dependiendo del grado de transparencia, los convierten en un recurso muy valioso para crear ambientes diferentes.
Belleza, luz y seguridad son las tres principales ventajas de este material. La variada gama de colores y acabados permiten incorporarlo en la decoración creando estancias con encanto que destacan por su luminosidad. A su vez, la gran resistencia y fácil mantenimiento de los ladrillos de vidrio lo convierten en el material idóneo para construir tanto paredes como suelos.
Tabla de contenidos
Características del pavés
Dimensiones. Los bloques pueden ser de diferentes medidas para adecuarse a cada trabajo, aunque las más usuales son de 24 cm x 24cm, 19 cm x 19 cm, 15 cm x 15 cm y 24 cm x 11 cm. Colores. Existe una gama muy extensa de colores, que pueden variar dependiendo del fabricante. En general, los colores van desde el neutro, pasando por el rosa, aguamarina, verde, turquesa… Dibujo del vidrio. Puede ser liso, ondulado, con líneas paralelas o cruzadas, diagonales u cuadriculado. Hay que tener en cuenta que cualquier dibujo del cristal que no sea liso, descompondrá la imagen, en mayor o menor medida, dependiendo del dibujo elegido.
Transparencia y paso de la luz
Los ladrillos pueden ser completamente transparentes o satinados por una o por las dos caras, para evitar la visibilidad entre ambientes adyacentes sin impedir el paso de la luz. El pavés traslúcido deja pasar la luz en un 75%, mientras que el coloreado lo hace entre un 50 y un 70%, dependiendo del color elegido.
Resistencia
El cristal de pavés es altamente resistente, tanto a los golpes como a los cambios de temperatura. Asimismo, tiene una elevada resistencia mecánica, lo que permite la realización de estructuras horizontales que se pueden pisar.
Aislamiento térmico y acústico
Dos factores fundamentales, ya que a la vez que aíslan de los ruidos y de las inclemencias del tiempo, colaboran en el ahorro de energía. Instalación. La instalación del pavés es rápida, limpia y sencilla, por lo que no requiere grandes obras. Los amantes del bricolaje podrán incluso construir sus propios tabiques sin recurrir a la mano de obra especializada.
Mantenimiento
Este material no requiere ningún tipo de mantenimiento o cuidado especial. Se limpia simplemente con agua y permanece inalterable durante años. Pavés en exteriores Debido a su resistencia y a su capacidad como aislante térmico y acústico, el pavés responde bien a su uso en exteriores. Cada vez son más las fachadas que se revisten en parte con muros de este material, consiguiendo un efecto más liviano al conjunto y una mayor luminosidad a las estancias.
En portales muy oscuros, sustituir el muro tradicional por uno de cristal de pavés es una solución idónea para hacerlo más luminoso y evitar el uso constante de la luz artificial. Asimismo, en las galerías se emplea cada vez más este material porque aporta luz sin permitir que se pueda ver desde el exterior lo que ocurre en el interior.
Pavés en interiores
Los ladrillos de vidrio son cada vez más utilizados en la decoración de interiores, tanto en forma de muretes de media altura que funcionan como separador de estancias, como en tabiques completos que aíslan totalmente las habitaciones sin perder sensación de amplitud.
La aplicación del pavés en cocinas y en cuartos de baño, sobre todo actuando como mampara fija, es una tendencia decorativa muy en boga. Asimismo, este material se puede utilizar para decorar el suelo, lo que confiere a la estancia un aire muy moderno y sensación de desahogo en habitaciones pequeñas, a la vez que funcionalidad, ya que su mantenimiento y limpieza son muy sencillos.