Cuando se empezaron a conocer las bolas chinas, la gente pensaba que era un juguete más para la mujer un estimulante para tener relaciones sexuales. Sin embargo, las bolas chinas tienen otro fin que es el terapéutico.
Las bolas chinas son, como bien indica su nombre, dos pequeñas pelotas del tamaño de la bola de golf en línea, es decir, una debajo de la otra. Suelen ser de silicona, aunque también las encontraréis de látx, plástico o goma, y si piensas adquirir una, recuerda que es conveniente comprar un lubricante de pasta al agua y que puedes conseguir en cualquier sex shop o tiendas especializadas.
Estas bolas o wen que cuentan ya con miles de años tienen un tamaño de entre 3 ó 5 centímetros y de las que sobresale un pequeño cordón, este cordón debe sobresalir de la vagina cuando se colocan para estirar y poder extraerlas.
Hay diferentes tipos de bolas chinas en el mercado y varios modelos de bola y tamaños. Pero todas estas llevan en su interior un pequeña bola que se mueve y al golpear produce un ligera vibración en la esfera exterior que es lo que produce la estimulación vaginal a la mujer.
Pero, además de esta estimulación las bolas chinas sirven para fortalecer el suelo pélvico, es decir, se tonifican las paredes vaginales de manera que se evitan problemas de incontinencia urinaria. También se intensifica la lubricación y la sensibilidad vaginal, de manera que después en las relaciones sexuales se ejerce una mayor presión e intensificas el placer en tu pareja.
Los mejores momentos para usar esta bolas chinas es después del embarazo que se pierde tonicidad, en la madurez o postmenopausia.
Y la pregunta más típica es cómo se usan las bolas chinas. Son muy fáciles de colocar ya que se introducen en la vagina como si de un tampón vaginal se tratara. No hace falta llevarlas mucho tiempo con usarla 15 minutos al día es suficiente y lo más importantes es la higiene de después ya que es necesario lavarlas con un jabón neutro para no contraer infecciones.