De un tiempo a esta parte se han puesto muy de moda los jardines orientales y, dentro de ellos, uno que llama a la meditación y la relajación, más en esta época de crisis en las que toda ayuda para relajarse es poca.
El jardín zen puede ser un acierto para las casas que tienen un jardín amplio y quieren utilizarlo como una forma de o eliminar nervios y estrés de su vida diaria. El jardín zen Los jardines zen están basados en el budismo y siguen una filosofía y orden expreso para conseguir del mismo una tranquilidad y a la vez inspirar. Los jardines están compuestos por madera, arena, piedras, materiales de iluminación, clavos, tornillos, herramientas…
Empecemos con nuestro jardín Zen
Lo primero que has de hacer para construir tu jardín zen es saber dónde lo vas a colocar, un lugar lejos del barullo en el que poder cerrar los ojos y no pensar en nada, sólo escuchar los sonidos que hay allí. Debes hacerte con madera un rectángulo amplio, lo más grande que puedas en tu jardín con una profundidad de 10 centímetros. Dentro de este rectángulo echarás la arena, la más fina y liviana que puedas y en ella haz líneas y diseños simples para decorarlo después con piedras y rocas. También puedes colocar algunas plantas verdes aunque no es lo más habitual. Existen también jardines zen pequeños que puedes tener en las habitaciones de tu casa y utilizarlos cuando necesitas relajarte dibujando en ellos con sus herramientas para eliminar el estrés que tiene tu cuerpo.