Los tatuajes existen desde las primeras civilizaciones humanas. En un primer momento se utilizaban para marcar los animales y saber de qué dueño era cada uno. Ahora los tatuajes se utilizan en personas y son una forma de definir el estilo propio. Hay diferentes tipos de tintas y materiales que se emplean para realizar el tatuaje, pero todos ellos traspasan la barrera de seguridad de la piel causando, en muchas ocasiones, infecciones. Si éste es tu caso y necesitas saber cómo curar un tatuaje infectado te damos algunos consejos útiles.

Lo más importante es reconocer que el tatuaje está infectado, si tienes dudas puedes acudir a tu médico o seguir el famoso método de la Tétrada de Celso, que suelen utilizar los médicos. Se trata de comprobar si en la zona del tatuaje hay presencia de inflamación, rubor, dolor y calor. Si están estos cuatro signos quiere decir que el tatuaje está infectado y se debe curar cuanto antes. Puede ocurrir también que el tatuaje segregue líquidos y esto será síntoma de que la infección está mucho más avanzada.

En cualquiera de los casos es importante que acudas a un médico o a un dermatólogo para que comience un tratamiento para curar el tatuaje infectado. Si tu tatuaje segrega líquidos de aspecto turbio y citrino seguramente cojan muestras para analizarlas en el laboratorio y ver qué tipo de gérmenes tiene la piel. Con los resultados sabrán qué tipo de cremas y medicamentos serán los adecuados.

En los casos de tatuajes infectados se suele recetar Dicloxacilina de 500mg por vía oral. Lo recomendable es que acudas a tu médico de cabecera para que te lo receta. Estas cápsulas se toman durante 5 días cada 6 horas para eliminar las bacterias y gérmenes que habitan en la piel. Este medicamento se suele combinar con el Ibuprofeno que calma la inflamación y el dolor.

Para lavar la zona del tatuaje infectado lo primero que hay que hacer es lavarla con agua y jabón. Luego puedes disolver un cucharada de Piridonio Cloruro en un litro de agua, esta mezcla se puede aplicar sobre la zona con gasas y terminar enjuagando la herida con agua destilada. Lo ideal es realizar una limpieza diaria hasta que el aspecto de la infección mejore.