Saber cómo cuidar un tatuaje recién hecho es fundamental para evitar que este pierda color, se emborrone o, lo que todavía es peor, se infecte. El primer consejo es ponerse en manos de un buen profesional, con experiencia y que sepa realmente lo que hace, así como que mantenga la máxima higiene en su estudio.

Una vez que has elegido tu dibujo favorito y lo tienes en la piel, el tatuador suele envolverlo en papel film y te pedirá que lo mantengas así durante las primeras horas. En algunos casos colocarán un apósito que es mucho más transpirable, pero la intención es exactamente la misma, evitar el paso de bacterias.

Tienes que tener en cuenta que acabas de recibir una gran cantidad de pinchazos en la piel y que esta tiene pequeñas heridas por las que puede penetrar la infección. Por eso, escucha los consejos del profesional y síguelos rajatabla.

Tabla de contenidos

Cuidado con las infecciones

Ya transcurridas las horas indicadas, es el momento de retirar la venda y lavar el tatuaje. Hazlo con agua y jabón, pero sin frotar. Al secar la piel dale pequeños golpecitos con la toalla, pero no refriegues ya que podrías abrirte las heridas y, además, estropear el tatoo.

tatuajes

Aplica inmediatamente la crema que te haya recomendado el tatuador. Esta crema será la ayuda para que las heridas cicatricen muy rápido y la piel sane. Existen cremas específicas en el mercado que pueden ayudarte con la piel recién tatuada, pero también hay productos genéricos que son perfectamente capaces de hacer esta función.

Durante al menos cuatro o cinco días deberás de aplicarte esta crema y lavar con frecuencia la zona tatuada. Irás notando como según pasan los días el dibujo se ve mejor y la piel comienza a presentar un aspecto más atractivo.

Cuidar tu tatuaje con hidratación

Una vez que las heridas han cerrado llega el turno de la hidratación. La piel todavía está delicada y necesita mucha hidratante para poder recuperarse. Productos muy oleosos, como la Nivea del envase azul de toda la vida son perfectos para cuidar el tatuaje.

El periodo de hidratación es también muy importante para cuidar el tatuaje y debe de prolongarse las cuatro o cinco semanas que la piel necesita para curarse de todo. Date varias capas al día. Además, esto aliviará esa sensación de picor de la primera etapa, en la que dan muchas tentaciones de rascarse. Evidentemente, nunca debes de hacerlo.

Evita el sol, salitre o cloro

Mucha gente evita tatuarse durante el verano porque la piel no debe de exponerse al sol ni tampoco se recomienda sumergirse en el mar ni en la piscina. Eso no quiere decir que no tengas que tener cuidado en invierno. Debes de aplicar sobre el tatuaje un factor de protección 50 para que el sol no te borre los colores.

Por tanto, si vas a salir a la calle y el tatuaje está al aire, ponte crema hidratante con factor de protección en lugar de la normal. Esto también debes de hacerlo siempre que tomes el sol el resto de tu vida, aunque uses otro factor para el resto de tu cuerpo.

Dependiendo de tu tipo de piel, es posible que donde tienes un tatuaje hecho sufras más picores o irritaciones, pero siempre de carácter suave. Se solucionan, normalmente, con el uso de una crema hidratante más untuosa en la zona donde hay tinta en los periodos en los que se presentan estas molestias.

Con esto, sabes como cuidar un tatuaje recién hecho. Si sigues estos pasos, no tendrás problema y lucirás un dibujo muy bonito para el resto de tu vida.