Saber como cuidar los tatuajes en verano, sobre todo cuando son muy recientes, es importante para que sanen como es debido y se vean muy bonitos. Además, la piel en verano necesita toda una serie de cuidados extras debido a las mayores necesidades de hidratación y al daño que el sol causa. Las pieles tatuadas van a precisar un extra para que cualquier dibujo que tengamos en ella siga viéndose tan bonito como el primer día.
Muchas personas creen que cuidar los tatuajes en verano es solo algo que hay que hacer ante un tatuaje grande y que un pequeño corazón, un infinito o cualquier otro dibujo pequeño no tiene riesgos. Pero no es así. Si se quiere que todo salga bien y que la piel cure como es debido, el tatuaje tiene que cuidarse independientemente del tamaño del mismo. De lo contrario no solo puede perder color, podría acabar creándose una cicatriz muy antiestética o causándose una peligrosa infección.
Cuidar tatuajes recientes
Cuidar tatuajes en verano que se han hecho recientemente precisa de bastantes sacrificios. Por eso, lo más recomendable es esperar a que acaben las vacaciones para acudir a tatuarnos. Hay demasiadas cosas que pueden afectar a la buena cicatrización de la piel y si no se tiene cuidado pueden ocurrir infecciones o pueden dañarse los colores.
Para empezar, hay que evitar que el sol incida directamente sobre el tatuaje. Esto es muy importante al menos las dos primeras semanas ya que la piel está todavía dañada y es muy delicada. Tampoco podremos bañarnos en la piscina o en el mar porque, aunque podemos ducharnos, no es conveniente tener la zona tatuada en el agua demasiado tiempo.
La arena de la playa también puede aumentar el riesgo de infección y por eso se recomienda que al menos durante quince días, no se vaya a la playa ni a la piscina. A partir de los quince días puede comenzar a irse siempre que la piel esté cicatrizando correctamente y siempre protegiendo bien la zona. Si no ha curado del todo se recomienda un vendaje y no estar demasiadas horas en estos lugares.
Por supuesto, siempre hay que seguir de manera escrupulosa los consejos del tatuador para lograr que todo cure como es debido y aplicarse las cremas que se han recomendado al respecto. Acudir a un buen profesional, con experiencia y que sabe lo que hace es básico no solo para conseguir un buen dibujo, sino para que nos aconseje correctamente sobre cómo cuidarlo.
Cuidar tatuajes que ya tienen tiempo
Con los tatuajes más antiguos podemos relajarnos un poco en cuanto a los cuidados, pero esto no quiere decir que no necesiten de ninguno en absoluto, porque no es así. Para empezar, deben de protegerse del sol ya que este puede hacer que los colores pierdan intensidad y el tatuaje adquiera un color desgatado y avejentado.
Por esto, se recomiendan los protectores de entre 30 y 50, principalmente estos últimos. En las pieles más delicadas se puede incluso optar por las cremas de pantalla total. Hoy ya existen en el mercado protectores especialmente pensados para tatuajes y que evitan la degradación de la tinta. Estos productos son muy recomendables para evitar tener que retocar los colores y hacer que la piel vuelva a pasar por un proceso de cicatrización.
Pero, además, tras ir a la playa o a la piscina, no hay que olvidarse de hidratar la piel. Cuando hay un tatuaje, sobre todo uno grande, esto es todavía más importante y debe de aplicarse una buena capa de crema para que se recupere totalmente. Haciendo todo esto para cuidar los tatuajes en verano, lograremos mantenerlos impecables muchos años.