Si quieres cambiar tu color de pelo de forma radical sin dañarlo el primer consejo que cualquier peluquera te va a dar es que tengas paciencia. No se trata de ir a la peluquería tan solo una vez y salir con el cambio radical que una desea. Con frecuencia, es necesario realizar varios retoques antes de conseguir ese color tan anhelado.
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Pasar del rubio al moreno
Es el cambio radical más sencillo pero esto no quiere decir que no tenga sus particularidades. Si tu cabello es rubio natural y no tienes tinte, puedes optar por un castaño claro o un castaño medio. No solo el color cogerá mejor, sino que tú no te verás tan distinta y el cambio no resultará tan impactante.
En el caso de que tu pelo esté teñido, ten mucho cuidado porque seguramente tu cabello ya esté debilitado. Lo mejor es comenzar por un tratamiento hidratante que te cuide bien el cabello y proceder tal y como hemos visto con el pelo natural, aclarando poco a poco el cabello.
Al aclarar poco a poco se evitan los temidos reflejos verdosos que se pueden ver en mujeres que se han teñido en casa para cambiar el color de forma radical.
Pasar del moreno al rubio
Un cambio un tanto más complicado porque supone aclarar el cabello y en muchos casos aplicar decolorantes. Si del rubio al moreno el proceso puede darse en dos pasos, al contrario puede ser necesario ir más despacio. Todo dependerá de la salud de tu pelo.
Cambia tu color de pelo lentamente. Una buena idea es ponerse una base castaña en lugar de morena y aplicar mechas para ir aclarando poco a poco. Te verás bastante más rubia, pero sin decolorar todo el pelo. Entre sesión y sesión de tintes, aplica mascarillas muy hidratantes que ayuden a recuperar la salud del cabello sin que se encrespe.
Si tu pelo es natural y crees que es suficientemente fuerte puedes arriesgarte con una decoloración, pero ponte en manos de profesionales si no quieres acabar con el típico amarillo anaranjado o amarillo “pollo”.
Pelirrojo, un tono difícil
El pelirrojo ha estado muy de moda y continúa estando, pero hay que tener cuidado con el color porque es muy difícil de conseguir y todavía más difícil de eliminar. Si eres morena, seguramente logres un tono caoba perfecto, pero si quieres un pelirrojo cobre tendrás que decolorarte el cabello. El cambio de pelirrojo a castaño o a moreno es relativamente sencillo, pero hay que jugar muy bien con los reflejos cenizas para apagar los naranjas y evitar que se vean con el sol.
Si eres rubia, cambia el color de pelo a pelirrojo directamente porque seguramente no tengas problemas en conseguir el color que quieres. Otra cosa es cambiar de pelirrojo a rubio, algo más complicado ya que los reflejos naranjas se empeñan en salir una y otra vez incluso utilizando el famoso champú azul.
Colores de fantasía
Los colores de fantasía necesitan de una decoloración total del cabello para quedar bien, salvo casos en los que la base es muy clara y el tono de fantasía intenso. Son colores bastante complicados de mantener y tienen que aplicarse con mucha frecuencia para mantener su intensidad, por lo que suponen una agresión muy fuerte para el pelo. Esto hace que haya que pensárselo dos veces si se tiene melena.
No son aconsejables para personas con el pelo estropeado o previamente teñido, porque la decoloración puede acabar estropeando mucho el cabello, por lo que si es tu caso, mejor cambia tu color de pelo apostando por otros tonos menos radicales.