Con el verano, muchas personas sufren problemas con las articulaciones, con su cuerpo en general que se traduce en hinchazones y en problemas para tolerar el calor, malestar general, más cansancio y, como no, problemas en la circulación de la sangre.
Las personas que tienen algunos kilos de más son las más proclives a tener este tipo de problemas que, salvo que se esté mal, tiene una fácil solución a través de un tratamiento que se suele poner en los meses de verano únicamente con el objetivo de mantener a ralla el problema y que no cause ningún tipo de incidencia en el cuerpo.
La mala circulación de la sangre suele afectar a las piernas sobre todo que se notan muy pesadas e hinchadas, a veces hasta duras, y dolorosas en muchos casos. Para evitarlo, como te decimos, hay tratamientos médicos como es el hecho de un jarabe especial con el que la circulación se vuelve algo más líquida para ayudar a que circule mejor.
Sin embargo, también hay algunos consejos que puedes llevar a cabo para conseguir una mejora en la circulación de la sangre. Estos consejos son:
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Beber al menos dos litros de agua al día, y después no tener retención de orina ya que muchas veces la mala circulación de la sangre está relacionada también con la retención de líquidos.
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No estar sentada o de pie demasiado tiempo, y hablamos por tiempo varias horas.
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Trata de no tomar demasiado el sol, sobre todo en las piernas. Puedes tomarlo pero sin pasarte.
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Cuidado con la sal, el café, el alcohol, etc. Has de intentar tomar alimentos que disminuyan el riesgo de trombos en el cuerpo que pueden perjudicarte y también hacer que la sangre sea más líquida. Por ejemplo, puedes tomar tomates, zanahorias, pescado azul, frutos secos, etc. Este tipo de alimentos te ayudará mucho.
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A la hora de ducharte, lo mismo que sucede cuando tienes varices, intenta que el último agua que te eches sea fría o tibia (tirando a fría) en las piernas para que, con un suave masaje, estimules la circulación y sientas un alivio con el paso del tiempo).
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Haz algo de ejercicio físico. Como muchas veces el ejercicio te cansará y quizás las piernas pueden dolerte, lo mejor que puedes hacer es hacerlo en el agua donde notas mucho menos el cansancio y, de paso, vas a poder notar antes los cambios en tus piernas. Después en invierno puedes seguir haciéndolo si te inscribes en alguna piscina cubierta o bien probar otro tipo de ejercicios.
Si notas que no mejoras y además hay zonas más oscuras en tu cuerpo y que duelen, lo mejor es acudir al médico para que pueda valorar tu caso y saber si es algo grave o no ya que una mala circulación sanguínea puede hacer que ciertas partes del cuerpo no te respondan como deben y eso, para muchos, puede ser una enfermedad importante.