La autofobia, también conocida como monofobia, es un temor irracional e incontrolable hacia la soledad. Esta soledad puede ser de diferentes tipos:
-La persona puede sentir ansiedad y angustia ante la idea de quedarse sola físicamente, por lo que siempre intentará estar rodeada de otras personas. La persona con autofobia siempre trata de retener a la gente junto a ella, evita las situaciones en las que puede estar aislado y puede llegar a tener reacciones físicas muy fuertes, como mareos.
-Esa ansiedad y ese miedo a estar solos puede centrarse en una persona determinada a la que se quiera tener siempre al lado. Proyecta todo su temor sobre esa persona sin la cual no sabe cómo desenvolverse, lo que no solo es un problema para quién padece la fobia, sino también para la persona en la que se centra.
-En muchos casos, la autofobia va más allá de la soledad física, se trata de la incapacidad para establecer relaciones sociales. La sensación de estar solos en una sala llena de gente es algo que todos hemos podido experimentar en alguna ocasión, pero en el caso de alguien con autofobia es una sensación constante que causa una angustia que puede llevar a crisis de ansiedad.
¿Miedo a uno mismo?
La palabra autofobia proviene del griego, auto significa uno mismo y fobia miedo. Por tanto, el significado sería miedo a uno mismo. Y es que muchos psicólogos están de acuerdo en que cuando una persona tiene ese temor patológico hacia la soledad, lo que está mostrando realmente es miedo a estar consigo mismo.
Por supuesto, hay muchos niveles de autofobia. No todo el mundo lo experimenta de la manera más extrema. Por ejemplo, hay personas que para no estar solas están siempre buscando gente para salir de fiesta, parejas ocasionales para pasar la noche y todo tipo de entretenimientos.
Este tipo de vida puede llegar a causarles problemas porque no es lo que realmente quieren, el único objetivo es no sentirse solos y para lograrlo no dudan en estar con personas con las que no les une ningún lazo o que son mala compañía. Por este motivo, muchas personas con autofobia parecen tener una gran vida social, pero en realidad ni la disfrutan ni la desean, es solo su vía de escape.
La autofobia se puede y se debe de tratar. El primer paso y el más importante es que la persona sea consciente de su problema y quiera dar un paso adelante para curarse de su fobia. La ayuda del psicólogo es fundamental para encontrar la causa que ha desencadenado ese miedo a la soledad y, a partir de ahí, tratarse adecuadamente.