Los angiomas son manchas que aparecen en la piel de bebé, muchas veces de nacimiento, y que se conocen popularmente con el nombre de antojos. La tradición y la leyenda los asocia a un deseo insatisfecho de la madre o al hecho de haber comido un alimento prohibido. Por ejemplo, los angiomas en fresa se atribuyen al hecho de que la madre haya comido fresas durante el embarazo y se haya manchado con ellas. En el lugar en el que cae la gota de jugo de fresas, es donde le saldría la mancha al pequeño.
En realidad, no tienen nada que ver con lo que la madre haya o no comido o con sus deseos insatisfechos, sino que son pequeños tumores benignos de carácter congénito en la piel que no suelen tener más consecuencias que las estéticas, dependiendo de en dónde aparezcan.
Tipos de angiomas
Existen diferentes tipos de angiomas, muchos de ellos desaparecen solos con el paso del tiempo y otros precisan de medicación o de cirugía para lograr que se borren de la piel. No obstante, muchas personas optan por mantenerlos como parte de su apariencia y no les supone complejo alguno.
La famosa mancha de Mijail Gorvachov, el ex mandatario soviético, es un buen ejemplo de famoso con angioma. La princesa Leonor también tuvo un pequeño angioma en su nariz que se pudo ver al poco de su nacimiento y que desapareció pasados muy pocos meses y sin dejar ninguna señal.
-Angiomas en color salmón: Su aparición es más frecuente en la zona de la cara. Cuando salen en la frente se les llama popularmente besos de ángel. Tienden a desaparecer con el paso de los años, sin embargo, las que salen en la nuca son de carácter permanente, lo cual no es importante porque el cabello las tapa por completo.
-Angiomas planos: Son malformaciones vasculares que pueden ser de mayor o menor tamaño y que se presentan en cualquier zona del cuerpo. No crecen con el tiempo, al menos en la mayoría de los casos, pero no desaparecen tampoco. Con la edad, es frecuente que la persona acabe valorando el someterse a un tratamiento de láser para borrar el antojo, dependiendo de la zona en la que esté situado.
-Angiomas de fresa: Son los que más suelen preocupar a los padres porque son rojos y abultados. Recuerdan a esta fruta y por eso su aparición se asocia al consumo de la misma por parte de la madre, cosa que no tiene relación en absoluto. En algunos casos desaparecen con el tiempo pero en otros la persona debe de someterse a tratamiento e incluso valorar la intervención quirúrgica si no desea tenerlo.
-Mancha pizarra: Se llaman así porque tienen un color azulado similar al de la pizarra. Son frecuentes en las nalgas o en la espalda y aparecen principalmente en personas de piel oscura. Como eran habituales en personas de Mongolia se les conoce también como manchas mongólicas. Normalmente, desaparecen solas a los pocos meses.