Os voy a hablar de algo que puede que a muchas os haya sonado muy familiar en algún momento de nuestro vida y es de la amabilidad tóxica. Ser amable está muy bien y es aconsejable poder llegar a entender a todas las personas que están a tu alrededor con el fin de poder tener una convivencia muy sana, pero existen ciertos personas que tienen una amabilidad fuera de la común.

Este tipo de personas de las cuales os hablamos, son personas que cuenta con una increíble amabilidad con el resto de los seres humanos, poniendo por encima de su propia felicidad, lo que otras personas quieren que hagas. Este tipo de personas, son personas lejos de lo que puedas muy inseguras con ellas y su vida y necesitan la constante aprobación de las personas que están a su alrededor. La mejor forma de conseguir que alguien te necesite es hacerle la vida más fácil en todo. Este tipo de amabilidad tóxica, al final les pasa factura, ya que este tipo de personas anteponen lo que otras personas necesitan, sobre las cosas que necesitan ellas mismas, lo que les lleva tener que  pasar por encima de sus sentimientos muchas veces.

Cuando nos encontramos con este tipo de personas, debemos tener en cuenta que son personas a las cuáles educaron con la idea de que todas las personas que están a su alrededor, no solamente son mejor que ella o él, sino que  todos los deseos de esas personas deben ser antepuestos a sus deseos personales.

La amabilidad es tóxica solo para esas personas, no para las que están a su alrededor, que por las palabras de la persona que padece amabilidad excesiva, son dioses. Esto es una enfermedad mental por falta de autoestima, que si no se trata a tiempo, con el paso de los años se puede tornar más y más grave.