Hace más de una década que el tanga se impuso como pieza lencería sexy por antonomasia. Ante las primeras reacciones (no todas se adaptaron a la primera a tan minúscula pieza), la braguita más mínima fue ocupando (poco) espacio en nuestro cajón de la ropa interior y fue avanzando terreno hasta casi convertirse en la única opción. Ya sabes: primero para las ocasiones especiales, luego con pantalones ajustados, con la ropa deportiva para que “no se marque” y, poco a poco, se convirtió en una prenda de diario.

Parece que los días de reinado del hilo dental han tocado a su fin. Así lo anunciaba el número del pasado mes de febrero de la revista Cosmopolitan (en su edición estadounidense). Y es que las últimas tendencias parecen abrazar cortes más “completos”, ofreciéndonos más opciones a la hora de elegir cómo mostrar nuestro look más seductor. Y entre todas las posibilidades, destaca la vuelta del boxer (y a partir de la próxima temporada el body, ¡ya veréis!) como pieza estrella.

Las revistas femeninas y expertos en tendencias creen ver en este poder limitado del tanga y la vuelta de prendas que cubren más nuestras formas, una manera de recuperar formas más sutiles de seducción, inspiradas en parte en la atención que ha cobrado la lencería en el mundo de la moda (esta temporada, hemos visto encaje y detalles lenceros en muchas firmas, pero también sujetadores, corsés y ligueros convertidos en “ropa de calle” en las pasarelas) pero también la tendencia retro de recuperar cortes clásicos, al estilo de los años 50 y 60, devolviéndones algo del encanto (¡actualizado, eso sí!) de la ropa interior de nuestras mamás. Otro aspecto que se destaca es el renovado interés del mundo de la moda por las curvas. Los boxers y braguitas dan un efecto visual de mayor volumen, destacando las formas femeninas que, tras años denostadas, vuelven a la palestra.

Aunque para las indecisas, existen diseños boxer tanga: ¡lo mejor de ambos mundos!