En verano no queremos complicarnos con recetas complicadas ni excesivamente elaboradas. Por eso, proponemos 4 recetas rápidas y muy divertidas para las cenas de verano en familia.

4 recetas rápidas y ricas para verano

#1. Mejillones al vapor

Una de las recetas más sencillas del verano y también una de las más deliciosas. Limpia los mejillones y ponlos en una olla profunda. Añade un poco de agua, que no llegue a cubrirlos y una hoja de laurel o dos, que le darán ese toque especial que los hace únicos. Un poco de sal gorda y deja que cuezan hasta que abran las conchas.

Retíralos y sírvelos con trozos de limón para que cada comensal los aliñe a su gusto. Se preparan en minutos y son todo un manjar típico del verano.

#2. Pescado con verduras en la vaporera

Si quieres comer sano este verano, déjate de complicadas recetas y compra una vaporera eléctrica. Estos aparatos cuentan con tres pisos en los que puedes cocinar diferentes alimentos. La mayoría vienen con un recipiente especial para cocinar arroz blanco. Prepara arroz en el piso inferior, verduras en el piso intermedio (las que más te gusten de temporada) y pescado en el superior. Tendrás un plato muy completo y para toda la familia, sin manchar más que la vaporera y sin tener que estar dependiendo de diferentes ollas y fuegos. Todo a un mismo tiempo y todo sano y delicioso.

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#3. Ensaladillas y ensaladas frescas

Uno de los platos más recurridos para el verano son las ensaladillas. Sobre todo porque pueden prepararse de un día para otro y se aguantan muy bien en la nevera, sobre todo si no se añaden salsas hasta el momento de servirlas.

Tanto la ensaladilla clásica llamada ensaladilla rusa como la ensaladilla de pasta puede ser un buen recurso para una cena de verano cuando no se quiere trabajar demasiado. Pero para darle un toque todavía mejor mézclala con una ensalada de tomate y de lechuga. Verás que bien combina y cómo todavía entra mejor en los días de calor.

#4. Pionono salado

Esta receta es un poco más elaborada que las que hemos visto hasta ahora pero igualmente fácil de hacer. El primer paso está en elaborar una plancha fina de bizcocho con una taza de azúcar, una taza y media de harina y tres huevos L o XL.

El primer paso es separar las claras de las yemas y llevar las claras a punto de nieve. Tiene que ser un punto muy sólido. Se añade poco a poco el azúcar y a continuación las yemas mezcladas con la harina, mediante movimientos envolventes y suaves para que no caigan las claras.

Se esparce la masa sobre papel de hornear colocado sobre una bandeja de horno y se prepara el bizcocho hasta que esté en su punto. Esto dependerá del tipo de horno pero es un proceso rápido, más o menos 15 minutos en un horno precalentado a 180 grados.

Todavía caliente, el bizcocho se debe de enrollar como en un brazo de gitano para que mantenga la forma sin romperse. Nos ayudaremos para esto del papel de horno. Ya frío, se extiende y se le aplica una capa de mahonesa no muy gruesa directamente sobre todo el bizcocho. A continuación, hojas de lechuga, una capa de lonchas de jamón york, una capa de lonchas de queso y una de atún. Se enrolla suavemente de nuevo y se cubre el rollo con mahonesa adornándolo con pimiento y aceitunas.

El relleno de este pionono salado puede variarse y hay tantas recetas como casas. En la mayoría de los hogares le ponen los ingredientes a gusto de la familia o según lo que haya en la nevera. Incluso se pueden aprovechar los restos de una ensaladilla o de un salpicón.

Con estas recetas tan deliciosas cocinar no es complicado y disfrutar de platos sanos y muy deliciosos tampoco.