Todos los seres humanos, sin excepción, necesitamos relacionarnos con los demás. Necesitamos amigos, familia, nos divertimos con conocidos… Pero de entre todas las personas con las que nos relacionamos, debemos evitar a aquellos «seres» que son tóxicos o, al menos, saber cómo mantenernos firmes frente a ellos, pues en numerosas ocasiones, no tenemos más remedio que soportarlos (compañeros de trabajo, familia).

Entendemos por personas tóxicas a todas aquellas  que no te aportan nada bueno, excepto disgustos y problemas. Pueden conseguir que hundir tu autoestima, o que te sientas mal culpable, que te enemistes con otras personas, incluso pueden sabotear tus logros o… lo que es peor, hacer que tú misma te sabotees.

No importa si son amigos desde hace años, conocidos, compañeros de trabajo o familiares. Mantenlos alejados de tu vida y, si no tienes más remedio que soportarlos, te ofrecemos varios consejos para que sepas cómo mantenerte firme y no caer en sus trampas.

Las personas tóxicas, son víctimas de sí mismas pero al no aceptarlo, buscan otras víctimas con las que descargar el vacío y la amargura de sus vidas. En la mayoría de los casos son personas con evidentes carencias afectivas, una baja autoestima e, incluso, serios problemas psicológicos. Para definirlos de una manera más clara: Son personas que intentan esparcir la basura que anida en su interior.

De alguna manera, han aprendido que para no sufrir es mejor hacer sufrir a los demás, ateniéndose a la ley del más fuerte. Asumen que el egoísmo, la frialdad, la crueldad o la mezquindad les protege del dolor, del vacío, de la amargura… Poco les importa los sentimientos de los demás pues sólo desean encontrar personas «vulnerables» a las que arrastrar a un mundo de negatividad y problemas innecesarios.

Hábiles para manipular y convencer, se aprovechan descaradamente de la buena fe de los demás, incluso consiguen que confíes en ellos. Una vez descubiertos, se las ingenian para hacerte sentir culpable o, incluso, desaparecen sin más… Porque ya se han quedado sin víctima.

Cuando encuentran otras personas de las que puedan aprovecharse, irán narrando sus desventuras en cuestión de amistades, disfrazándose de «buenas personas» que han tenido mala suerte con las amistades.

Probablemente te habrás encontrado en más de una ocasión con personas tóxicas a las que identificarás y reconocerás por alguna o varias de las siguientes características:

  • Suelen utilizar el chantaje emocional y en ello se basan para conseguir favores o para hacerte sentir culpable.
  • Se aprovechan de tu generosidad y no existe reciprocidad. Es más, ni siquiera la agradecen.
  • Piden favores  pero no tienen tiempo para ayudarte a ti.
  • Quieren que les escuches y les aconsejes pero no te escucharán a ti.
  • Intentan dirigir tu vida y tenerte a su disposición.
  • No te respetan ni te valoran. Para ellos eres un peón de ajedrez.
  • Cuando compartes con ellos una buena noticia o  un éxito tratan de devaluar lo que has conseguido, para disipar tu alegría o, incluso, intentar hacerte creer que no mereces el triunfo.
  • Envidian tus méritos.
  • Te consideran «suyos» y hacen lo posible por enemistarte con aquellos a los que ven como rivales. Intentando separarte de tus amigos o familia.
  • Te meten en problemas innecesarios pues quieren que te involucres en sus discusiones, rivalidades, conflictos…
  • Jamás te motivarán ni te felicitarán, sólo te reprochan tus defectos (o se inventarán TUS defectos, aunque éstos no existan)
  • Te traicionan y te critican a tus espaldas.
  • Te pierden el respeto o, incluso, te agreden verbalmente.
  • Es imposible mantener con ellos una discusión lógica, ya que intentan convencerte de que tú tienes la culpa. Recurren al victimismo, a la manipulación o al insulto.
  • Nunca piden perdón.
  • Critican en exceso a los demás, se delatan por mostrar su envidia, celos, crueldad.
  • Suelen ir de víctimas, diciendo que han tenido mala suerte con las amistades (de alguna manera han de justificar que se sienten solos).
¿Por qué complicarte la vida con personas que no merecen ni tu generosidad ni tu confianza y que sólo pueden traerte problemas o utilizarte hasta que ya no les sirves? ¿Por qué tienes que sufrir innecesariamente? Huye de las personas tóxicas ya que el mundo está lleno de gente maravillosa, como tú, gente que aprecia la amistad, la generosidad.
¿Y qué hacer cuando no tenemos más remedio que soportar a estas personas? Pueden ser compañeros de trabajo, jefes, familiares… Aquí te ofrecemos varios consejos.
  • Mantente firme y no te sientas mal por decir un NO a tiempo.
  • Ten claro lo que deseas, a quién quieres, cuáles son tus valores. No te dejes arrastrar, por muy convincentes y persuasivas que sean esas personas tóxicas.
  • Muestra tu personalidad y pon límites.
  • No te involucres en conflictos o problemas que no te atañen.
  • Defiende en lo que crees y a las personas que te agradan y con las que no tienes ningún problema.
  • Evita compartir con ellos tus méritos o logros.
  • No permitas que anulen tu autoestima.
  • Muestra indiferencia ante sus reproches, manipulaciones, chantaje emocional, etc.
  • Negocia con ellos y exige respeto.
  • No des información sobre tus ilusiones, proyectos, miedos. Protege toda información que puedan utilizar para herirte o para sabotear tu felicidad.