Cuando hacemos referencia a la disglosia, hablamos de un trastorno que ocurre en la articulación de los fonemas, esto realmente no tiene un origen neurológico central, sino que se debe a alteraciones anatómicas o fisiológicas que existen en los órganos articulatorios periféricos, con los cuales hay mucha dificultad del funcionamiento lingüístico, especialmente en personas que no tienen afectaciones neurológicas o sensoriales que se les hayan detectado, con una inteligencia del tipo no verbal, y que se encuentren por dentro de los límites de la normalidad, los cuales a pesar de que se les brinda la estimulación adecuada, la educación suficiente y también unos progresos que puedan observarse, de igual forma no alcanza el conocimiento lingüístico por medio del cual tengan la posibilidad de poder expresarse de la manera correcta.

De hecho, también es importante tener en cuenta que estamos hablando de un conjunto de elementos semiológicos, estos pueden hacer la comparación de estructuras lingüísticas de un sujeto, con las de otra persona que si tiene la posibilidad de hablar normalmente, se hace uso como punto de referencia, la posesión y el buen funcionamiento de los elementos del tipo anatómico (es decir cuando los órganos lingüísticos son normales), de los que son considerados como elementos funcionales (el contexto lingüístico y socializador), y también los elementos que se denominan como ambientales (es decir el entorno comunicativo y de continuo estimulo).

Si se quiere tener una expresión hablada de la forma correcta, es necesario que cada uno de los órganos que tenga que ver con esto, pueda tener la estructura que se considere como la adecuada. Por tal motivo, es que cualquier anomalía, o cualquier malformación, terminara provocando como consecuencia un habla que se considere defectuoso, precisamente es a esto a lo que se le llama la “Disglosia”.

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Tipos de disglosias

Las disglosias del tipo labial

Estas se deben a una alteración que se pueda tener en la forma, en la fuerza, la movilidad y también la consistencia de nuestros labios, por tal motivo se termina produciendo un trastorno de la articulación de varios de los fonemas. Las causas pueden ser las siguientes:

Labio o paladar hendido, por el frenillo labial de la parte superior hipertrófico, debido a una parálisis facial, a una fisura que pueda tener el labio inferior, a la macrostomia (tanto la que es completa como la incompleta), por heridas del tipo labial, y la neuralgia del trigémino.

Las disglosias de tipo mandibular

Este tipo de trastorno, tiene como origen la articulación de los fonemas, y de hecho se sabe que podría ser del tipo congénito, también podría desarrollarse o por consecuencia quirúrgica, esto se puede dar por la alteración en la forma que tienen los maxilares. Se sabe que podría alterarse uno o hasta dos de los maxilares.

Entre sus principales causas, podemos mencionar: la deserción de maxilares, disostosis maxilofacial, y la deserción de maxiliares.

Podemos hacer mención entre ellas de la micrognatia, la recesión maxilar en la parte superior, la atresia mandibular y la neoplasia maligna.

Las disglosias del tipo dental

Estas se dan, cuando se tiene alteración en la forma o en la posición que pueden llegar a tener las piezas dentarias, estamos hablando de un tipo de disglosia que se produce por consecuencia de algún tipo de alteración que pueda existir en la posición o en la forma que tienen los dientes, o cada una de las piezas dentarias, por tal motivo es que se llega a producir una especie de trastorno en la articulación del habla.

Las principales causas, pueden ser la herencia, algún tipo de desequilibrio hormonal que se pueda padecer, una mala alimentación, tratamientos con ortodoncias, y por casos de prótesis.