Cada inicio de año siempre nos proponemos algún cambio en nuestro hogar. El mobiliario es muy importante pero más importantes son los colores para interiores ya que pueden modificar completamente la sensación de amplitud e iluminación de una estancia, además de poseer efectos relajantes o estimulantes. El mobiliario se puede cambiar cada cierto tiempo gracias a las rebajas en muebles o bien podemos cambiar de sitio los mismos, pero los colores de las paredes suelen estar ahí  durante un ciclo bastante más largo.

Conociendo los efectos de los colores podemos elegir adecuadamente cómo queremos que sean nuestras estancias y combinar dichos colores con mobiliario y complementos de materiales, texturas y colores que aumenten o disminuyan las sensaciones.

Los colores para decoración (y, en general, para moda o belleza) se suelen dividir en tres categorías:

Colores neutros: Blanco, negro, grises, cremas, marrones y ocres.

Colores calientes: Rojo, naranja, amarillo, rosas.

Colores fríos: Azul, púrpura, verde.

Debes tener en cuenta que para elegir los colores para interiores, lo importante son tus gustos, el estilo que quieres conseguir en cada estancia, la función de cada estancia, la combinación de colores en mobiliario y complementos, etc.

A priori, no debes descartar ningún color, ya que hay varios factores a tener en cuenta. Un color puede resultar completamente diferente en una habitación más o menos iluminada o más o menos espaciosa, con techos altos o más bajos y en cuanto a los materiales, puede cambiar radicalmente dependiendo de si tus paredes están pintadas, empapeladas, llevan azulejos, paneles o maderas, etc.  Da rienda suelta a tu creatividad y elige, principalmente, lo que te hará sentir bien, lo que quieres conseguir y la función que desempeñará cada espacio de tu casa, incluso puedes combinar dos estilos en una misma estancia.

No necesitas ningún decorador experto. Tú eres quien mejor conoces tu casa y tus gustos. Para elegir los colores para interiores, una buena idea es que hagas un esquema de lo que quieres conseguir, teniendo en cuenta varios factores. Por ejemplo:

1. Tu estilo de vida y la funcionalidad de cada zona de tu hogar: ¿Vives sola o con amig@s o  pareja?, ¿Tienes hijos pequeños o adolescentes?, ¿Recibes muchas visitas y te encanta hacer reuniones en tu hogar? la funcionalidad de cada estancia es muy importante. Por ejemplo, una zona de juegos para niños, un comedor en el que recibir invitados….

2. Las condiciones de tu hogar:  ¿La mayoría de tus estancias son interiores u oscuras? ¿Quieres aprovechar el espacio y conseguir que tus estancias parezcan más grandes, combinando dos ambientes? ¿Vives en una zona cuyo clima es húmedo o seco? ¿Temperaturas altas o frías? ¿La orientación de tu casa hace que determinadas estancias sean muy calurosas en verano o muy frías en invierno’

3. El estilo y los resultados que deseas: Una habitación confortable y moderna, un salón acogedor y luminoso, un comedor urbano y chic, una cocina rústica, un comedor lujoso…

A continuación te mostramos varios ejemplos de decoración con distintos colores para interiores, la funcionalidad de dichos colores e ideas para tus estancias.

Rojo: El  rojo estimula, excita y aporta una sensación de energía y dinamismo. Es un color muy arriesgado y complicado, ya que puede resultar excesivo  pero también aporta un toque de estilo. Es ideal para el comedor o salón o aquellas estancias en las que se reúna gente y quieras aportar energía. Combinándolo con paredes de maderas claras, paredes con en colores neutros como beiges y cremas o incluso blancos y grisáceos, obtendrás diferentes resultados. En cuanto al mobiliario, el  negro o blanco son los más idóneos y si a ello le añades con una iluminación indirecta y/o graduable, puedes conseguir unos resultados muy urbanos y chic. El rojo también evoca el lujo (recuerda los salones de palacios, con paredes empapeladas en tonos rojos) o bien podemos conseguir un estilo oriental, con estampados florales.

Veamos dos ejemplos:

En la primera imagen el salón resulta muy urbano y minimalista. El techo y suelo en blanco aportan amplitud, ya que el rojo suele ser un color que hace parecer las estancias más pequeñas. Hay dos ambientes. En el comedor, el mobiliario se basa en maderas claras contribuyen a dar un toque más íntimo y en la sala de estar se combina el mobiliario en negro con alfombras color crema y estores blancos. Por la noche, el color rojo suele ser muy umbrío por lo que no faltan los elementos de iluminación en techo, paredes y lámparas.

salon rojo colores para interiores

En esta segunda imagen, el efecto conseguido es totalmente distinto. Un pequeño salón se convierte en una estancia de lujo. Al igual que en la primera imagen, techo y suelo en blanco aportan amplitud y altura . Esta es una estancia luminosa que puede parecer recargada por el papel elegido para las paredes (lo ideal sería un papel con un estampado más discreto, que conseguiría hacer parecer la estancia más amplia. El mobiliario combina el blanco y el rojo y la mesa de cristal incluye un aporte moderno y contribuye a hacer menos recargada la estancia, más moderna. Por otra parte, los  candelabros y chimenea le dan un toque acogedor.

Naranja: Otro color dinámico y cálido, que igualmente puede servir para comedores o estancias en las que quieras tener un toque de energía. El naranja inspira positivismo y se dice que aumenta también el apetito y la creatividad, de modo que puedes aplicarlo en zonas de juegos para niños. El color naranja tiene muchos matices y aporta calidez y buen humor.  Es uno de los colores de moda esta temporada y te da la libertad de elegir múltiples opciones para tu mobiliario, convirtiendo por completo las estancias, especialmente si vives en zonas frías o húmedas.

En esta imagen, se ha combinado el color naranja en paredes y techo con el suelo de madera. La calidez del color contrarresta la sensación de frialdad de las vistas, convirtiendo la estancia en un espacio más amplio y relajante. El naranja se puede combinar con marrones y tonos ocre o bien con azules, para crear un efecto más chic. En cuanto a materiales, fíjate en la variedad: Maderas distintas, cuero, mimbre…

En la segunda imagen, el truco para conseguir una estancia más amplia ha sido pintar paredes y techos del mismo color. Los halógenos y luces indirectas provenientes de los cuadros, aumentan aún más la calidez del salón en el que se combina el mobiliario en tonos blancos-grises y el suelo enmoquetado en color beige. El resultado es un espacio amplio, confortable y cálido a la vez que moderno.

Rosa: Este color mezcla el dinamismo y la energía del rojo con la neutralidad y la sensación de amplitud del blanco. Posee efectos relajantes y dependiendo de la intensidad del rojo puede servir para decorar la habitación de las peques (es el típico color de habitaciones para niñas por ser un color muy femenino) pero también puede resultar perfecto en baños, cocinas y salas de estar, sobre todo si no están muy iluminadas.

Puede que lo asocies con lo femenino y lo romántico, pero eligiendo las tonalidades adecuadas, te sorprenderás de los resultados combinándolo con colores neutros como el blanco, gris o colores crema, consiguiendo desde un estilo romántico hasta un aire retro o, incluso, urbano.

En la imagen: Se ha combinado el color rosa «cereza» con muebles blancos, consiguiendo más amplitud. El suelo de madera rompe con la frialdad del blanco añadiendo calidez. La decoración juega con el rosa, blanco y colores crema, creando una estancia muy urbana y chic pero también muy acogedora.

En esta segunda imagen, la asociación del rosa con lo femenino también desaparece por completo. Es más, el rosa combinado con los tonos grises evoca el lujo y el glamour. En esta habitación, paredes y techos son del mismo color, combinándolos con mobiliario grisáceo y moqueta gris. Las luces indirectas y halógenos aportan intimidad y modernidad, los espejos hacen parecer la habitación más grande y el mobiliario en tonos negros, con un estilo moderno, consiguen un conjunto muy urbano, relajante y confortable.

Verde: Este color se asocia con la naturaleza y el buen humor. Es un color relajante y se dice que es «el color de la esperanza». Es un color perfecto para combatir la ansiedad y el estrés y no es tan frío como el azul (que también es relajante).  En sus diferentes tonalidades se puede aplicar prácticamente en cualquier estancia, de modo que a la hora de elegir colores para interiores no lo descartes ya que conseguirás resultados muy originales y sorprendentes. No importa si la estancia es más o menos luminosa, más o menos amplia o si vives en el campo o la ciudad. El verde es uno de esos colores con los que puedes «jugar» para crear el hogar que deseas. Por ejemplo, ¿vives en la ciudad y te gustaría vivir en el campo? Elige un tono verde y muebles rústicos o provenzales. ¿Quieres un estilo más urbano? Combínalo con negros y blancos.  ¿Un aire retro? Elige un verde más vivo y combínalo igualmente con muebles blancos o en otras tonalidades de verde.

En la imagen: El verde de las paredes se ha combinado con mobiliario y cortinas en las que se juega con colores crema, grises, beiges o incluso dorados. La mesa de cristal aporta un toque muy de exterior y el suelo es de madera, consiguiendo un efecto acogedor.

salon verde

En esta otra imagen se ha conseguido un estilo más urbano combinando distintas tonalidades de verde, halógenos en el techo y espejos, jugando con madera y cuero.

Azul: Es un color relajante y  frío idóneo para lugares o estancias muy luminosas y calurosas. Se dice que el color azul consigue reducir el calor.  Al igual que ocurre con el color rojo, cuando elegimos los colores para interiores, el azul resulta bastante complicado. En sus tonalidades más claras, puede resultar bastante monótono e  insulso y en sus tonalidades más fuertes puede resultar incómodo y muy frío, casi «palaciego». Todo depende de tus gustos, ya que puedes convertir un salón en un auténtico espacio de lujo o conseguir un estilo chill out.  En este caso, lo ideal es jugar con texturas, materiales, iluminación y mobiliario.

Estas dos imágenes reflejan dos estilos diferentes:

En esta primera imagen, el cuarto de baño combina el azul claro y madera en tonos crema para conseguir un efecto relajante y confortable.  Las paredes están empapeladas y se juega con la decoración, apliques clásicos y lámpara moderna. El exceso de luminosidad exterior queda neutralizado con la combinación de colores pero al mismo tiempo, los apliques y la lámpara consiguen un efecto acogedor para la noche.

En esta segunda imagen, el resultado es un comedor de lujo, con paneles en azul más oscuro, combinando el mobiliario con el mismo color y con tonos blancos y cremas. La alfombra en color beige, disminuye la frialdad del azul.  Como ves, todo depende de los materiales que combines y de los colores y elementos que utilices en la decoración.

comedor azul ideas de decoración

Negro: El negro es la ausencia de color y resulta muy chic y urbano. Aunque parezca lo contrario, el color negro puede hacer que una estancia parezca más grande y se pueden realizar muchas combinaciones con maderas en las paredes o con paredes pintadas en tonos claros, preferiblemente blancos grisáceos o incluso azules grisáceos.  El negro es un color que no se puede utilizar en exceso y que también evoca el lujo. Para un resultado minimalista o urbano, la combinación del negro y colores grisáceos, resulta sorprendente. Para conseguir un resultado moderno y a la par acogedor, puede combinarse con paneles de madera  y si deseas romper la oscuridad del negro, puedes combinar las paredes con colores cálidos como naranjas, rojos o rosas. Además, el mobiliario admite colores de todo tipo.

En la primera imagen, se combinan las paredes en negro con suelo blanco y paredes grisáceas con un ligero tono azulado. El mobiliario en rojo, blanco y negro consigue que la estancia sea minimalista y chic y los puntos de luz indirecta añaden intimidad.

En la segunda imagen, el resultado es completamente distinto. Se han combinado las paredes en color negro con paredes en color cereza, el techo esta pintado en color crema y el suelo es de madera clara. Aquí cuenta mucho tu creatividad. Puedes tener un salón colorido y acogedor pero sin parecer tan recargado, combinando el color del suelo y techo con mobiliario y cortinas en en tonos cremas y maderas claras y decorarlo con luces indirectas e íntimas.

Colores neutros (cremas, ocres, grises): Los colores neutros son los más adaptables, se pueden aplicar a cualquier estancia, los colores del mobiliario y los complementos de decoración que combinar son múltiples y se pueden lograr muchos estilos, desde estancias confortables, estancias lujosas, eclécticas, urbanas, minimalistas, rurales, orientales… Los colores neutros son también idóneos para zonas exteriores. El color blanco despierta cierto rechazo porque es un color muy insulso pero es ideal para lograr ambientes minimalistas, zen, chill out. Combina con todo tipo de mobiliario y decoración pero puede resultar monótono, por lo que las tendencias actuales apuestan por utilizarlo como un color «comodín», combinándolo con colores neutros o cálidos, ya que aumenta la frialdad de los colores fríos, aunque también es cierto que dichos colores, en sus tonos pastel, logran resultados espectaculares combinados con el blanco.

Como los colores neutros son muchos, aquí tienes tres ejemplos de distintos estilos:

En la primera imagen, el dormitorio tiene la ventaja de ser luminoso y espacioso. Se ha conseguido un estilo de lujo pero al mismo tiempo muy confortable y funcional. Paredes y techo están pintados en tonos beige y ocre, jugando con el blanco (fíjate en cómo está pintado el techo) Las luces son básicamente indirectas, con sólo dos puntos de luz a la altura del cabecero de la cama. El suelo enmoquetado, alfombra y cortinas, también combinan colores neutros y en cuanto a los complementos, varían en sus colores. Las lámparas, cojines…

En la segunda imagen vemos un buen ejemplo de cómo un apartamento de reducidas dimensiones puede parecer amplio. Como muchos de los apartamentos pequeños, el dormitorio y salón están unidos pero no sólo se ha conseguido hacer que parezca más amplio sino que se han combinado dos ambientes (el salón no se ve). El dormitorio cuenta con poca iluminación, por lo que el techo blanco aporta luminosidad y lleva múltiples puntos de luz. Las paredes en tonos crema, también consiguen una sensación de amplitud y se combinan con maderas más o menos oscuras. El mobiliario en tonos oscuros aporta un toque de modernidad y sofisticación.

Otro ejemplo de cómo los colores neutros pueden dar mucho juego en espacios reducidos . Paredes ocre y techos blancos, consiguen luminosidad y amplitud. En este caso, se combina un estilo rústico con un estilo moderno.  El suelo de madera más clara que el mobiliario, consigue que la decoración no sea recargada y la lámpara sobre la mesa aporta intimidad.

Update: Hemos recibido muchos comentarios solicitándonos consejo. Para saber cómo elegir los colores adecuados para tus estancias  puedes leer nuestro nuevo artículo sobre combinación de colores para interiores haciendo click aquí.